MLFA
Mapa cortesía del diario "La Razón"
Tiene razón Putin cuando brama porque los de la OTAN quieren meterle las cabras en el corral, aún más, diría yo; se niega a que le instalen baterías de misiles en la frontera. Putin, el hombre del KGB, hijo de un preboste de los servicios secretos de la extinta URSS, necesita 'sacar pecho' (aunque sea de pollo) para recomponer su liderazgo absoluto dentro de su país, actualmente cuestionado dentro y fuera de Rusia. La OTAN se lo ha puesto a huevo, que diría un castizo de la Ayuso, con sus escarceos político-militares con los ucraïnos, de siempre enfrentados al 'oso ruso'. Biden no es el hombre adecuado para hacer frente a esta crisis, sospechamos que es el Pentágono quien tomará la decisión de responder al 'mete-saca' del pequeño 'yudoca', caso de producirse.
El 'mete-saca' se llevaría a cabo en el este de Ucraïna; y, antes de que se reunieran la OTAN y los USA, los rusos ya se habría replegado: edificios destruidos y pocas víctimas; las habituales en estos casos
El susto que metería en la población de Ucraïna sería de tal magnitud que Putin no tendría problemas para instaurar un gobierno pro-ruso que rechazara los requiebros amorosos de la OTAN durante los próximos quince años, período que necesita Putin para disfrutar de su nuevo palacio y dejar 'atado y bien atado' (svyazany i khorosho svyazany) el futuro político y económico de la nueva Rusia.
En España conocemos bien la situación social y económica de ambos países: los/las ucraïnos vinieron a nuestro país a partir del año 2000 para hacerse cargo de tareas que no querían realizar los españoles, como cuidar ancianos, por ponerles un ejemplo. Los rusos, cargados de pasta, aterrizaron en España para realizar cuantiosas inversiones, unas fueron legales, otras no tanto. La diferencia es evidente.
La fragata porta misiles "Pedro Sánchez" ya está en el Mar Negro, haciendo el ridículo; ZP está muy cabreado