MLFA
La conexión entre España y Europa no se ha llevado a término; no somos miembros de pleno derecho, somos simplemente 'clientes', algo cutres.
Fue el presidente de Turquía, un tal Erdogan, quien reprochó públicamente a España que criticara su régimen político, mientras mantenía en prisión y exiliados a todos los miembros de un Govern legítimo y 'apalizaba' a jóvenes y ancianos. Es el Sultán de Marruecos quien cuestiona al gobierno de España e inicia un remedo de 'invasión' de las ciudades Ceuta y Melilla, sobre las que tiene el mismo derecho que España respecto de Gibraltar. Fue el ministro de Asuntos Exteriores ruso quien reprochó a España que mantuviera en la cárcel a políticos y criticara a Rusia por el caso Navalny, líder opositor encarcelado en su país. Son los tribunales de Escocia, Bélgica, Alemania y Suiza quienes rechazan sistemáticamente las demandas del Tribunal Supremo español. La ONU ha denunciado el incumplimiento de derechos humanos y exigido a España que libere a los presos políticos catalanes, de la mano de Amnistía Internacional. ¡Si Franco levantara la cabeza!
Lo del pobre Pablo Casado resulta patético: ¡Qué forma de destruir la reputación de España como país en el concierto internacional! Uno se imagina a este enloquecido muchacho llenando de gente el estadio Bernabeu, al estilo Pinochet, de hecho ha mamado de esa leche desde chaval. Hay que añadir que el picor de la barba no ayuda a mantenerse sereno a lo largo de la jornada. ¿Recuerdan aquella sentencia del Rafi por el asesinato de los marqueses de Urquijo? "En compañía de otros...", dijo el juez. Aquí la compañía (el colaborador necesario) es un tal Pedro Sánchez, campeón de la estulticia nazional.
Son los tribunales de la UE quienes sentencian en contra de España... ¡continuamente!