sábado, 15 de febrero de 2020

Marcheno: ¿A quién queréis que aplique el artículo 100.2 carcelero?

Sabba
Palacio Güell en la Barcino romana adonde nunca será invitado el fiscal Caesar Augusta, 'El Nécora'.

La multitud del ¡A por Ellos! llenaba la explanada del templo, estaba dirigida por los fiscales sanguinarios y algunos sacerdotes del Supremo; el gobernador Marcheno, de los 'Ponzio' de Roma, destinado en Judea por el Senado romano, se dirigió a ellos y les preguntó: ¿A quién queréis que libere: A Urdangarín y Rato o a Cuixart? de la masa analfabeta y rencorosa surgió un clamor unánime: ¡A Urdangarín y a Rodrigo Rato! Ponzio Marcheno mandó callar y reiteró: ¡Pero es que Urdangarín y Rato son dos hideputas ladrones que vaciaron las arcas del Templo, y Cuixart un luchador pacífico por la libertad de Catalonia en la Marca Hispánica! ¡Cuixart y su empresa pagan impuestos a Roma! ¿A quién queréis que aplique el 100.2 de la ley penitenciaria? El fiscal Caesar Augusta silenció a la plebe y respondió: ¡Urdangarín y Rato son nuestros hideputas! ¡Cuixart es un extranjero! Marcheno pidió una jofaina con agua del Tíber y procedió a lavarse las manos. Acto seguido entregó a Cuixart al fiscal Caesar Augusta y a la turbamulta, que siguió gritando ¡A por ellos! hasta enronquecer.

Al norte unos bascones pérfidos se preguntaban si fue acertado disolverse... ¿O no?