MLFA
'Azzurro' ocupa el local del antiguo 'Stork Club' donde Amedo se codeaba con la burguesía bilbaina. |
La comisaría de Policía más emblemática de Bilbao – en la que más se torturaba – era la de Indautxu, y allí plantaba sus reales el subinspector José Amedo, perteneciente a la Brigada Político-Social, que era la encargada de implantar el terror; contaba con el inestimable apoyo del cuartel de la Guardia Civil de ‘La Salve’, junto al cauce del Nervión. Amedo, simple policía de base, llegó a presidir el club taurino ‘Cocherito’, toda una institución en una ciudad muy ‘taurina’, algo que nunca he entendido, de hecho: esa afición por los toros; el ‘Club Deportivo’ apuntalado (fue destruído en la guerra) del que guardo el recuerdo de un hongo ‘pie de atleta’, producto, supongo, de aquellos maderos podridos que sujetaban el techo de la piscina cubierta; y el festival de Ópera de la ‘ABAO’, me llevaban de chaval al Coliseo Albia, (la ópera me entusiasma) y pasaba ‘mucho susto’ viendo a los fascistas con sus camisas azules y chaquetas blancas; todo ello, retomo el hilo, ha hecho que no me arrepintiera de abandonar Bilbao en 1986, lo de ETA también tuvo mucho que ver, al igual que mi fracaso matrimonial, (por mi culpa, por mi grandísima culpa). Precisamente, uno de ellos, me refiero a los fascistas, de los más importantes, protagoniza este artículo porque pudo llegar a ser ‘suegro’ de Amedo si yo no le ‘birlo’ la chavala, que era hija del falangista aquel, muy adinerado; los fachas se repartieron los mejores puestos de la administración política y financiera; éste era uno de los agentes de cambio y bolsa (así se decía entonces) más importantes de Bilbao. Los 'franquistas' se repartían empleos; los 'neopacos' del PP el dinero de la caja a espuertas.
Maribel era una mujer interesante, atractiva y ambiciosa, estuvo a punto de cautivarme
Los ‘pijos’ de entonces frecuentábamos los ‘pubes’ y discotecas de la calle ‘Banderas de Vizcaya’ (nombre fascista de FETS y JONS), que hoy se llama calle de ‘Telesforo de Aranzadi’ (nacionalista), habitualmente terminábamos la noche en el ‘Stork Club’, un pub elegantísimo; recuerdo que las chicas tomaban ‘San Francisco’ (poco alcohol o nada) y los chicos ‘Gin Tonic’ de Gordons. Por allí acudía de cacería el Amedo, siempre con traje y corbata de tonos pastel, sus trajes eran grises marengo, casi siempre, en ocasiones vestía pantalón gris y chaqueta cruzada azul marino, tenía un ligero parecido con Mario Conde. Nos preguntábamos de donde sacaba el dinero el humilde ‘subinspector’, alto, fornido, con entradas incipientes, y que pegaba unas ostias increíbles, a detenidos esposados a una silla metálica, claro. Aquellos ‘torturadores’ eran unos putos cobardes. Y lo ‘más peor’ de todo: la justificación (?) de ETA para sus crímenes deleznables. Nadie 'bien nacido' aplaude la tortura.
Hubo muchas ‘ETAs’ hasta llegar a De Juana Chaos y Pakito, psicópatas asesinos, entre otros
Comisaría de Policía de Indautxu en Alameda de Urquijo; ahora la tortura es la espera de horas para el DNI. |
Ya hablaremos de eso; tiempo habrá si mantengo la visión en niveles aceptables. Ocurrió que Maribel – de forma inesperada – se separó de su marido, buen chico, ingeniero industrial, con magnífico empleo a cuenta del suegro, bilbaíno de toda la vida; el pavo se enamoró perdidamente de una folklórica, de nombre Sara (el apellido lo ponen ustedes, era muy famosa), y abandonó a Maribel, de quien nos hicimos cargo, porque era amiga nuestra, y a quien sacábamos de casa, de fiesta en fiesta, para atenuar su tristeza. En aquel tiempo ‘separarse’ (díganmelo a mí) era una tragedia humana y también social; las mujeres ‘separadas’ se convertían en ‘apestadas’, ello a pesar de que los hijoputas eran – normalmente, salvo alguna excepción – los hombres. Cierto es que no había muchas separaciones por entonces. El divorcio no existía y los abortos eran clandestinos, normalmente en Londres, con ramo de flores incluido, como si fueran nacimientos de verdad.
Mi esposa no tuvo cuenta bancaria hasta los 21 años, justo cuando nos casamos
José Amedo y los fondos reservados del 'felipismo' gastados en asesinar, en putas y en casinos. (Sentencia). |
Maribel quedó ‘prendada’ del policía Amedo (no recuerdo si estaba casado) y empezaron a salir juntos; enterado su padre – fascistón reconocido – puso fin a la relación. Imaginen ustedes lo que ‘sabría’ este hombre del policía Amedo (mucho antes del GAL) a fin de cuentas uno de sus sicarios, indirectamente, claro, que no cejó (llegué a hablar con él, estaba desesperado) hasta romper la relación, presionando a su hija y a otros personajes que no cito, porque los fachas bilbaínos vuelven a estar ‘crecidos’ (son hijos y nietos de los tipos aquellos de la camisa azul y pistola en casa y en el despacho, viejas ‘Astras’ y ‘Llamas’ que te podían explotar en las manos); hoy, que yo sepa, el único que alardea de pistola es Abascal, también yo y no soy ‘facha’.
Ya pueden cantar misa; con la izquierda ‘abertzale’ consolidada, lo tienen mal
A estas alturas de pantalla alguno (malicioso) se preguntará, pero: ¿Se tiró el editor a la Maribel del Amedo? pues ¡NO! iniciamos una relación en ocasión de un viaje de mi mujer a Canarias, acompañando a su hermana más joven que había ganado un concurso de ciencia. Pasamos una noche en el Pabellón de Caza (así como suena, en plan realeza británica) de su padre (el muy facha), resultó muy interesante, la decoración era cinegética (cuernos por las paredes, un simbolismo, para entendernos). Mi mujer y su hermana llegaban al aeropuerto de Sondica (con ‘c’) a mediodía y yo lo utilicé como excusa para no pasar ‘a mayores’ con la hermosa Maribel, abandonando el pabellón cuando amanecía. Varias veces me he preguntado – en estas décadas de soledad, a veces compartida – si hice bien en evitar aquella consumación; lo cierto es que no he tenido respuesta. Siempre la recordaré con cariño; según ella el futuro policía de los GAL tampoco ‘consumó’ el acto. Lo cual me alegró sobremanera. En Sondica me esperaba una sorpresa; mi mujer y su hermana (imagino que en premio a mi contención o fidelidad o miedo de la noche) me traían un precioso cachorro de pastor alemán.
¿A quién pedía FG asesoramiento sobre los GAL? … ¡A los fascistas vascos! ¡Y a Rub Alkaba!
Teatro 'Coliseo Albia' donde se celebraban los festivales de la ABAO (Asociación Bilbaina Amigos Ópera) |
PS – La historia de los GAL, que se le aparecerán a Felipe González en la hora de su muerte, la conocen los lectores que tengan más de 50 años, y los jóvenes mejor informados de la sociedad vasca, que son muchos y no están afiliados al PSOE de mierda, que ahora se llama ‘PSE’, partido que no tiene nada que ver con el grupo ‘Socialistas Vascos’ que conocí en mis años jóvenes, y que desapareció cuando irrumpieron los andaluces y el capullo aquel de Txiqui Benegas, con su guardaespaldas Corcuera, el de 'la coz en la puerta'.