jueves, 30 de noviembre de 2017

Cadena perpetua para los responsables de los "vuelos de la muerte"

Baltasar
Familias de 4.000 personas arrojadas de los aviones escuchan la sentencia en la Escuela Mecánica de la Armada.

Convendría añadir a esta noticia que nos llega desde Argentina, no solo para ampliarla, sino para aportar datos fundamentales a la historia de la represión en América Latina, la intervención del tristemente famoso Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, más conocido como "Escuela de las Américas" y que tiene su sede en Fort Benning, Columbus, Georgia. Por sus aulas pasaron decenas de miles de militares latinoamericanos para adiestrarse en diversos métodos de tortura, asesinato y represión a cargo de sus homólogos estadounidenses. 

La reciente historia de las dictaduras que asolaron aquella zona del mundo, con especial énfasis en la década de los 70 en Argentina, Chile y Uruguay, no se entiende sin la intervención directa de Estados Unidos a través de sus embajadas en esos países y de la implantación de un régimen de terror donde asentar una doctrina económica que no pudiera ser contestada por el pueblo.

Los centros de detención clandestinos, los desaparecidos, los vuelos de la muerte, las torturas salvajes, los fusilamientos disfrazados de intentos de fuga y demás elementos de aquella barbarie planificada fueron piezas indispensables en el tablero elaborado en Washington y llevado a cabo por, entre otros, Henry Kissinger, Premio Nobel de la Paz. Convendría, insisto, recordar los lodos que trajeron aquellas lluvias y educar a las nuevas generaciones con todos los datos de la historia terrible que han padecido aquellos países que, para la prensa española, da la impresión de que no pertenecieran a este planeta, salvo en el caso de Venezuela. Las conclusiones escalofriantes de la encuesta entre los jóvenes sobre quién fue Franco no alimentan demasiadas esperanzas de que la historia no se repita en partes muy específicas del mundo. Como ocurre hoy.