MLFA
En 2016 cancelamos un viaje a la isla de Lesbos (Grecia), en pleno auge de la huída de su país en guerra, de sirios que buscaban refugio político en Europa; ya entonces había sospechas – explicitadas por fiscales del sur de Italia – acerca de la posibilidad de que se estuviera produciendo tráfico ilegal de africanos al amparo de la diáspora siria. Desde entonces las sospechas no han parado de crecer hasta día de hoy; en que el gobierno de Italia, nacido de ese auge migratorio, ha decidido, junto con Malta, cerrar sus fronteras a todo tipo de migración: ya se trate de refugiados políticos (de Siria o Irak, normalmente) o bien de inmigrantes ilegales; procedentes mayormente de Mali, Senegal y Costa de Marfil, estos dos últimos países son los más desarrollados de África occidental, desde que se produjo el proceso de ‘descolonización’; ambos pertenecen al área ‘francófona’. Mali es un estado fallido a merced de mafias tribales.
Miles de ciudadanos de esos países eligieron la vía Libia para emigrar a la UE