MLFA
Esta noche ha alcanzado un récord de audiencia nuestro artículo sobre "Petroleras" y "Fontaneros"; se constata que el español de a pie ya está harto de la política y prefiere otros temas; relaciones entre hombres y mujeres, sexo, adulterios, y todo tipo de prácticas sexuales dignas, incluido el sexo oral, por supuesto. Un lector nos ha interpelado esta madrugada para hacernos notar que, según él, aumenta exponencialmente el número de mujeres cuarentonas de tetas caídas; estoy totalmente de acuerdo. Me pregunta si conozco las razones de este fenómeno; y lo cierto es que no tengo respuesta. Intuyo, sin embargo, que puede deberse a la creciente 'desfeminización': Mujeres practicando todo tipo de deportes, muchos de ellos asignados desde siempre al varón; el más significativo de ellos es el fútbol, al respecto publiqué un artículo advirtiendo del riesgo de balonazos muy fuertes en el pecho de las jugadoras, que podrían dar lugar a la aparición de quistes y nódulos, algunos de ellos podrían malignizarse. Hemos sabido que la mejor jugadora de España, la prepotente Putellas, va a ser operada para rehacer su rodilla y nos dicen que el pronóstico es muy desfavorable, ya tenemos la primera víctima famosa y hermosa tal cual; Dios no lo quiera, pero es posible que abandone la práctica del fútbol y se dedique a otros menesteres más propios de su género, porque: ¿Quien se erotiza con una mujer que huele a linimento que apesta? El linimento penetra en la piel y su olor tan repugnante no desaparece ni con Eau de Rochas, claro que algunas preferirán que las penetre ese ácido antes que lo haga su propia pareja; si ya resulta muy difícil la relación de pareja en los tiempos actuales, imagínense con una hembra de hombros cuadrados, tetas caidas, y brazos y piernas musculadas ad infinitum. Acceder a ella resulta más complicado que El Péndulo de Foucault.
"Titanic": ¡Enséñame a masticar tabaco, a escupir, y a montar a caballo, como un hombre! (Rouse a Jack)
Ítem más; se están poniendo de moda las prendas íntimas confeccionadas con algodón muy suave, por dos razones, en mi opinión: la primera hace referencia al uso creciente de tejidos naturales, huyendo de fibras y licras, que no sostienen las tetas de la mujer, estas quedan colgonas o flácidas, como ocurre con aquellas mujeres que no llevan sujetador; la segunda razón, en mi humilde opinión y en la esperanza de que no me denuncien Irene y Yayone, llega de la mano del feminismo radical, el que califica al hombre como enemigo; según estas activistas, el hombre no se merece el disfrute de un par de tetas prominentes: ¡Que se jodan! y las más radicales llegan a decir: ¡Que se la meneen, y nos dejen en paz!
Contradicción: Al mismo tiempo 'satanizan' al varón, follan poco o nada y buscan parecer 'andróginas'. ¡Coño!
(Querido lector, efectivamente, tiene usted razón: ¡Sufrimos una epidemia de tetas caídas!)