MLFA - Actualizado el 27/12/2022 a las 21:30 horas.
El abogado contratado por el Ayuntamiento de La Encomienda intentó cruzar el Rubicón y se ahogó en el intento.
Corría el año 2014; el ayuntamiento colaboraba en la interposición de demandas (ocho en 17 meses) contra el editor de "Azuer Digital", he dicho 'colaboraba' cuando, realmente, resultaba ser el instigador de las mismas, de la mano de la iglesia provincial manchega (de mancha), y empresarios amigos que debían favores a la alcaldía. Para la suya propia; la madre de todas las demandas, habían contratado los servicios de MJT, un leguleyo postinero; no sabían los munícipes que su alazán blanco era dado a lances amorosos, precedidos de maniobras de acercamiento y abundante flirteo. Eran los vecinos quienes 'pagaban' la minuta de este 'macho alfa' de pueblo manchego.
La letrada de la defensa era una joven atractiva y pizpireta que al hablar se escuchaba a sí misma en demasía
El amor del letrado-gañán acusador fue, como suele decirse, un amor a primera vista; es cierto que la letrada de la defensa (?) estaba de buen ver y de merecer y, de súbito presto, comenzó a brindarle consejos para una adecuada representación penal del justiciable, su defendido, un servidor de ustedes.
"El Juli" con el miembro bien 'estibado' como mandan los cánones del arte de Cúchares, protegido en sus pantalones 'pitillo'.
Ante mi negativa a declarar durante la Instrucción, él, solícito, apoyaba su mano callosa (de antiguo cabrero) sobre el antebrazo de aquella preciada pieza, (en uno de los vetustos bancos del juzgado), objeto de sus más oscuros deseos. Marcaba 'paquete'; en 2014 ya se vislumbraban los pantalones 'pitillo', en ellos resulta obligado 'estibar' adecuadamente el miembro, siquiera fuese para evitar erecciones dolorosas. Es sabido que los pioneros de las modas son los presentadores de TV, tras estos se lanzan los 'palurdos', aunque sean abogados. A los pocos años la moda es aceptada por la gente del común; eso a pesar de que los pantalones 'pitillo' son un arma de destrucción (de caderas y clavículas) masiva y han supuesto un incremento notable de los accidentes domésticos de alcoba. A partir de los '50' resulta difícil mantenerse sobre una pierna mientras te embutes el pantalón, sobre todo si vas con prisas. Actualmente se han superado los límites: el bajo del tejano es de 14 cmts y el de pinzas es de 16 cmts; yo utilizo bajos de 20 cmts.
Yo asistía al lance de aquel mentecato dedicándole miradas de intimidación y advertencia
Obviamente; yo no era un 'policía de la moral' al estilo iraní, pero me preocupaba que la joven letrada pudiera sucumbir a los requiebros del fulano y ello pudiera repercutir negativamente en mi defensa.
Pasaba el tiempo y no conseguía reunirme con mi letrada; en las dos ocasiones que conseguí que 'me escuchara', aunque sería más exacto decir 'que se escuchara', solo llegué a entender que 'conocía' al dedillo la estrategia del patán acusador; mucho se hablan estos dos, deduje con la desconfianza que se nos atribuye a los vascones. Efectivamente; se hablaban mucho y en una de estas charlas 'amistosa' por parte de ella, 'amorosa' por parte del gañán-leguleyo, este cantó la gallina (que dicen mis lumpen-coleguillas de la ONG de 'extraviados' que tengo el honor de dirigir).
El Consistorio lo arengó: ¡Había que cerrar "Azuer Digital" como fuera! Así lo declaró a la letrada
El Señor escribe derecho con renglones torcidos (no sé si se dice así) y saltó la liebre: 'el abogado cantor' confesaba en 2017 algo que era sabido; existía una conspiración contra mi persona: en ella participaban el equipo de gobierno de La Encomienda (del PP por supuesto, que diría Tejero); la iglesia manchega y varios empresarios que debían favores a los políticos municipales del PP.
El juicio se celebró en 2021, de forma telemática; hubo fallos y se interrumpió durante media hora
Aprovechando el 'parón' instruí a la letrada de oficio, a través del teléfono, para que convenciera al fiscal de que evacuara consultas con sus superiores. Así lo hizo, con permiso de su Señoría. Minutos después, de vuelta en el estrado, el fiscal 'retiraba' la acusación y se adhería a la moción de la defensa.
Resultado: ¡Absolución! el letrado del PP no sabía dónde meterse; se le rompió el amor... y la sentencia