MLFA - Kapitan und Krieger
Actualmente se visibilizan abusos y acosos hacia la mujer; la mayor parte de los mismos se realizan en los centros de trabajo. Estas prácticas deleznables no son nuevas, quienes tenemos una cierta edad hemos convivido con ellas y hemos podido constatar como la sociedad las admitía como algo normal. Piropos, miradas lascivas, expresiones procaces, roces indeseados; toda una cultura machista amparada por el paternalismo imperante en la sociedad durante siglos.
Hoy hablamos de un caso espeluznante que se resolvió a satisfacción: la excepción que confirmó la regla
Nuestro protagonista era un don fulano de Murcia (la tierra de la que se dijo aquello de 'los murcianos y gentes de mal vivir', aunque siempre he tenido la duda de si se hablaba de murcianos o de 'extremeños'). Era un tipo guapo, fornido y de alzada considerable; ascendió de forma meteórica debido a que el director de la naviera era otro 'che' murciano y el paisanaje funcionó. El tipo se llamaba Emilio, el apellido no lo recuerdo, y el nombre de la empresa no debe aparecer publicado; la naviera no era responsable de aquella tropelía. El tipo habrá fallecido, por edad provecta e ingesta de alcohol.
Hoy el tipejo de marras habría terminado con su 'metronoventa' en prisión; en aquel entonces se libró
Atendíamos la línea 'Liverpool-Islas Canarias'; una noche plácida de otoño, reunidos en el bar de primera clase, el oficial de marras se dirigió a una pasajera con expresiones procaces, estaban presentes el médico y el jefe de máquinas; inmediatamente intervine y recibí un fuerte puñetazo del armario aquel, lo hizo a traición mientras me disculpaba con la señora aquella. Yo tenía conocimientos de kárate pero no me parecieron suficientes (todavía, 30 años después, recuerdo la cara de hijo-puta del tipo aquel). Agarré una silla y la interpuse en el segundo abalanzamiento impulsándola, conseguí desgarrarle el deltoides del hombro derecho y terminar con aquel espectáculo dantesco, tan propio de españoles uniformados machistas y fascistas, corría el año 1978. Lo desembarcaron en Las Palmas, con deshonor y ante los insultos de parte de la tripulación. Le había hecho una cura de urgencia el médico de a bordo.
Años después volví a saber de él; ascendido a capitán por su compadre, en línea del Mediterráneo occidental
Reunió a las azafatas del barco que comandaba y les sugirió que fueran 'amables' con los pasajeros VIP; interpelado por una de ellas acerca del significado de amables, respondió con risotadas y gestos inapropiados. Resultó que una de las azafatas asistente a la reunión era hija de un alto mando de la Armada Española y miembro de una familia gallega de rancio abolengo; presentaron una interpelación en el Congreso (la naviera aquella percibía fondos públicos estatales) y al tipo se le cayó el pelo, también a su 'valedor', un ex alto cargo del 'Movimiento' y director gerente de la naviera, que volvió a su puesto de funcionario del INSS. Y es que no se ha escrito suficiente sobre la década de los "70", en el área de lo 'social'; se ha escrito mucho, hasta la saciedad, sobre la 'política' de aquellos años.
Abusos y acosos sexuales han permanecido 'ocultos' salvo excepciones dignas de mención