MLFA - Profesor de Formación Profesional de 1986 a 2004. Instructor de miembros de FFAA. Instructor de internos en cárceles catalanas.
Un emergente Éric Zemmour, de 62 años, sitúa a Marine Le Pen en un segundo plano. Se le ve un poco arrugado para la edad que tiene.
Dos son los yacimientos de votos de la extrema derecha española, también de la europea, esta con ciertos matices; el más importante, cuantitativamente hablando, es el colectivo de personas mayores, casi todas ellas jubiladas, a las cuales se les ha atragantado el avance científico; eso que se conoce eufemísticamente como 'Nuevas Tecnologías' y los cambios sociales que se están produciendo a velocidad de vértigo, para los cuales no estaban preparados. Este colectivo es muy numeroso en los países occidentales, con una expectativa de vida como nunca había conocido la sociedad. Hago notar que somos legión los que hemos sabido 'prepararnos' (estar al día) para esta revolución tecnológica, aunque seamos poco valorados en el ámbito más cercano; es por ello que muchos solemos movernos en el entorno de personas entre quince y veinte años más jóvenes que nosotros. Ítem más; chavales en condición de analfabetos funcionales, incapaces de ordenar sujeto, verbo y predicado, (y consideran que ortografía es una enfermedad) miran con displicencia al 'viejo' que se inclina ante su teléfono móvil en modo whatsapp, ya no digamos frente a su ordenador, como diciendo: ¡Quítate que me pongo yo! igualico igualico que cuando quieren ponerse al volante del BMW de seis cilindros del abuelo con 19 años y uno de carnet, están convencidos - increíblemente - de que con él al volante irán más seguros.
¿Quiere decir que 'se pondrán al día' durante esos años de regalo? Son tres lustros: de los 65 a los 80; pues no, muchos no lo harán. Si acaso se 'embrutecerán' y 'radicalizarán' más cada día que pase
Su experiencia de vida no será considerada por sus hijos y nietos; su autoridad moral mucho menos, serán, simplemente 'utilizados', a veces como 'canguros' de los nietos más pequeños, y siempre de lunes a viernes; los fines de semana vuelven a sus 'nichos' dorados (no 'pegan' en el restaurante de moda al que acuden sus hijos, a pesar de ser licenciados y doctores; qué decir de los que se jubilaron de albañiles). Los hijos contarán con la complicidad de la abuela, 'nacida para sufrir'; ella atemperará los enfados del abuelo, en caso de producirse. Su opinión acerca de temas sociales o económicos, o, simplemente, políticos, no será tenida en cuenta. Si los hijos no consiguen emanciparse y abandonar el nido familiar, se convertirán en dictadores, exigirán libertad total, horarios desordenados, comida y servicio de hostal, y, lo más importante, el 'mando' de la TV, como símbolo del 'mando' que ostentan en la casa de sus 'viejos'.
Los mayores buscan 'seguridad' a toda costa; decepcionados y hartos, la opción de una derecha dura les resulta atractiva. El 'centro' ya no les vale.
Los cambios sociales; léase la feminización de la sociedad, la llegada masiva de inmigrantes irregulares que conlleva inseguridad, el colapso de sus 'dogmas', de todos ellos, la incertidumbre sobre el futuro de las pensiones, en lo que a él mismo respecta; y la ausencia de futuro estable para sus nietos (esos que no le hacen ni puto caso) generan en estas personas mayores cierta angustia vital, que hoy se conoce como 'ansiedad' y en grado persistente como depresión. Rechazan, en su fuero más interno, estos gobiernos débiles, pactistas y sin criterios políticos definidos, mucho menos liderazgo, y ya se abonan a las tesis más extremas de la derecha montaraz. Detrás vendrá el voto masivo a esas opciones, de hecho, ya está al caer. A partir de los 75/78 años nuestros 'viejos' están fuertemente 'dopados', bien con 'ansiolíticos' (son de muy bajo coste) o con 'antidepresivos', estos más potentes; es una forma de 'tranquilizar' a esas personas y evitar que causen más problemas de los debidos.
Lúcidos, de memoria prodigiosa, y hábiles, tienen que soportar al nieto que viaja 'inseguro' en su coche
Políticamente se encuentran decepcionados con el balance de la llamada 'Transición', en particular de la corrupción: ¡Del rey abajo, todos corruptos, viva el rey! De naturaleza conservadora apostaron por un socialismo 'renovador', creyeron sus promesas de mayor igualdad y bienestar en paralelo a un desarrollo que situaría España dentro del concierto de países europeos. La ignorancia ha supuesto un factor determinante, hemos de reconocerlo. La decepción de nuestros mayores con esta 'democracia' es evidente; actualmente esa decepción es ya sensación palpable de 'rabia' más o menos contenida.
El otro yacimiento, asaz numeroso, el de los jóvenes, se encuentra propicio, diría que a gusto, con el fascio
El fracaso escolar resulta estrepitoso; el abandono de los estudios a edad temprana tiene que ver con la actitud de los padres, y, en algunos casos, de los educadores (esos personajes vestidos y calzados de forma estrafalaria, sin afeitar y con melenas grasientas, que aparecen en las aulas 'colgados' de un gran bolsón o mochila montañera). En lo que concierne al mercado laboral muchos jóvenes se consideran 'desecho de tienta', muchos empresarios los contratan en precario; si bien es cierto que muy poca productividad esperan de ellos.
El efecto es perverso: "Te pago muy poco pero no exijo que resultes productivo"
Nuestros mayores se muestran 'nostálgicos' de aquellas 'Escuelas de Artes y Oficios' del franquismo, dirigidas, si la memoria no me falla, por los religiosos Salesianos. Por mi profesión he conocido a sus alumnos, ya convertidos en profesionales, en astilleros y fábricas de toda Europa, también en grandes hoteles y restaurantes de Gran Bretaña; llegaban a alcanzar los cargos de mayor responsabilidad en esos centros de producción de máximo nivel.
Universidad Laboral de Gijón (Asturias)
Qué decir de la Universidad Laboral de Gijón, de donde han salido grandes profesionales, proveedora de mano de obra especializada que las grandes empresas, españolas y foráneas se disputaban. ¿Qué pueden decir al respecto los 'gurús' de la Transición del 78? Los socialistas (los que hacen el trabajo sucio a la derecha) les robaron la cartera y ahora quieren robarles el 'carnet de conducir' aunque estén sanos y lúcidos; muchos recuerdan el cartel del perro abandonado: ¡La extrema derecha no les quitaría el coche! Lo necesitan para ir al Mercadona y para llevar a los nietos al colegio. (Coche de Pedro Sánchez: 430.000 € y coche del joven rey: 500.000 €). ¡País!
En definitiva; lo probable es que 'los de VOX' igualen en número de escaños a 'los del PP', es una simple cuestión de frustración y hasta de 'rabia'. Los franceses nos dirán cosas muy pronto
