viernes, 3 de diciembre de 2021

La Covid se lleva a un protagonista de "La Saga de La Encomienda"

URAK
Estación de Alcázar de San Juan, allí comenzó el camino a la muerte de aquellos tres jóvenes cuyo coche se había averiado.

Se trata de uno de los explotadores del complejo hostelero que centra la narrativa social de “La Saga de La Encomienda”; el terror de las empleadas de aldeas cercanas a La Encomienda que, presas del pánico, accedían a sus deseos carnales, les iba en ello el peculio que aportarían a sus familias a fin de que, si bien de forma miserable, pudieran estas salir adelante al inicio de la década de los ‘sesenta’. Medio siglo después la ‘Covid’ se ha cobrado venganza y se lo ha llevado dos años después de infectarlo.

Se conoció como ‘tardofranquismo’ y su desarrollo económico propició fortunas gracias a la semiesclavitud

El fulano, se trataba ciertamente de un depredador sexual, aparece involucrado en la denuncia falsa que condujo, años después, a tres camareros de Santander a la carnicería que sufrieron de manos de varios guardias civiles enloquecidos a su llegada a Almería; fueron torturados sádicamente, recibieron ráfagas de subfusil y sus cadáveres, verdaderas piltrafas, fueron introducidos en su automóvil al que prendieron fuego, ocurrió al inicio de los ‘ochenta’. Llegaron a Almería, habían sido denunciados como 'etarras' desde La Encomienda, allí fueron masacrados y España se estremeció de horror. Eran jóvenes trabajadores que acudían a la boda de un familiar. 

“Azuer Diario” publica los domingos “La Saga de La Encomienda”, su lectura es seguida con mucho interés