MLFA
Fotografía de Alfonso López Villalta, cortesía del Ayuntamiento de Manzanares. Web municipal 'Manzanares.es'.
De nuevo Manzanares, pueblo mediano de la Planicie Manchega, resurge en los medios de comunicación provinciales, regionales y nacionales. Es una constante que se repite desde hace ya décadas por la especial idiosincrasia de esta población, sacudida por sucesos de violencia vicaria gravísimos que se trataron de ocultar por su extrema gravedad; fallecimiento natural a edad temprana de un famoso científico internacional, hijo adoptivo del pueblo; ítem más, óbitos por suicidio por precipitación de personajes muy populares; violencia de género con utilización salvaje de un martillo de uso industrial; enfrentamiento armado entre un empresario hostelero y los agentes de la policía; la epidemia de 'legionella' más letal a nivel mundial, con 5 fallecidos y 200 afectados de neumonía con secuelas en 2015 (18.000 habitantes) por agua contaminada; y continuos enfrentamientos políticos inusuales, con manifestaciones de odio cainitas, desconocidas en el resto de poblaciones de iguales características. Amen de persecuciones a periodistas y empleo de sicarios del lumpen poblacional. El pueblo es una encrucijada de caminos y, por ende, cuartel de invierno de malhechores; su cárcel es de máxima seguridad. La violencia vicaria superó el resto de atrocidades de esas características en España: el padre mató de varios disparos en la cabeza a sus dos hijos pequeños, veló los cadáveres durante la noche, y al aparecer la abuela, para preparar el desayuno de los niños y llevarlos al colegio, la 'ejecutó' a quemarropa en el umbral de la puerta de la vivienda; posteriormente se acercó provisto de su potente rifle a las puertas del juzgado a la espera de que apareciera su mujer (citada ese mismo día); esta no compareció, escondida con su amante en Asturias; el sujeto volvió a la vivienda y a la vista de la 'carnicería sangrienta' que había provocado con premeditación, nocturnidad y alevosía, se quitó la vida de un disparo (tenía abundante munición). Los poderes fácticos de Ciudad Real lograron minimizar daños (algo terrible, propio de castellanos fríos y crueles por antonomasia), y reducir al mínimo la relevancia mediática de esta atrocidad cometida; un suceso más cruel, muchísimo más cruel, que el de Puerto Hurraco. 'Declaración' de los vecinos: "Escuchamos fuertes portazos durante la noche, el último por la mañana"... ¡La España profunda y temerosa, insolidaria, cobarde y ruin! Olvidaba la gran redada por tráfico internacional de drogas entre Colombia y la comarca de Manzanares; fueron detenidos docentes, abogados y ex miembros de la prensa católica; también el tráfico ilegal de personas entre el norte de África y Madrid, con base intermedia en un hostal de Manzanares, descubierto gracias a la paliza que propinó un africano al camarero que intentó violar a su mujer.
Tenía razón el sicario que puse a la fuga en 2014 con mi arma: ¡No queremos periodistas en el pueblo!