“Si tiras a la cabeza no sufren, pero hazlo muy de cerca o repetirás el tiro, al mismo tiempo le señalaba a dos de aquellos desgraciados, uno frisaba la cincuentena y llevaba gafas, vestía chaqueta cruzada de grandes solapas, repeinado y con la mirada somnolienta, de haber pasado la noche en vela, le pareció maestro de escuela, asustado por los estampidos de Justo, tres, uno por cada víctima; erró el primer disparo arrancando una oreja de aquel pobre hombre, que cayó a tierra, allí Demetrio lo remató”.
Manuel era maestro en el Común de la Mancha, 1940 ¡In memoriam!