martes, 27 de febrero de 2018

El grave deterioro social, económico, político y territorial en España

MLFA

La tarea de gobierno resulta inane; en las cúpulas de los dos grandes (por tamaño) partidos españoles cunde el nerviosismo, dizque angustia vital, ante el colapso del bipartidismo; poco hay que decir que no se haya dicho durante estos últimos meses y no somos dados a la reiteración de síntomas, preferimos ser resolutivos y exigir una convocatoria de elecciones generales que sirva para clarificar la situación política general y enderezar el rumbo de un país a la deriva, con un Gobierno de corte democrático real.

Asistimos a la asunción del ‘Poder político’ por parte de la cúpula judicial

Algo preocupante al no haber ocurrido (antes) durante el ‘franquismo’, tampoco en la Transición, ello a pesar de las gravísimas tensiones que provocó el terrorismo de ETA y la guerra contra el tráfico de drogas, sin olvidar los ‘coletazos’ de la extrema derecha, que culminaron en el ‘23F’ de Tejero. A pesar de la implicación social existente en ambos casos, algo que no preocupó a los dos partidos que se alternaban en el poder, despreocupación que es indicador de una sociedad ‘fallida’. Sin olvidar el trágico atentado de Atocha, cerrado en falso según opinión de expertos antiterroristas. La Justicia no consideró oportuno tomar las riendas y se limitó a cumplir su función, estricto sensu, como ‘poder’ judicial, que lo era.

La gravísima corrupción sistémica del PP puede ser la motivación actual del TS y el TC


Manifestaciones y concentraciones de pensionistas, funcionarios de prisiones, justicia y educación; también de policías, lo nunca visto; huelga de celo de los portuarios; seguratas de aeropuertos y otras instalaciones (incluidas centrales nucleares y refinerías); taxistas y maquinistas de tren (éstos últimos ya han convocado huelgas totales para todo el mes de marzo); movilizaciones y huelgas de todo el elenco sanitario: desde los empleados de la limpieza de los hospitales hasta la cúpula de los facultativos de la sanidad española; por último: es más que probable que el personal del sector de la hostelería abandone su política actual de trabajar poco y mal (como forma de rechazo de sus salarios precarizados y horarios sin control) y opten por la huelga pura y dura de cara al próximo verano; a ellos podrían unirse los tripulantes de barcos transbordadores y aeronaves que unen la península con ambos archipiélagos.

El colapso del PP se anuncia a corto plazo y recuerda al de la UCD de Suárez