MLFA
La España SS (socialista-subvencionada) ha sacado las patas ‘palante’ como suele ser habitual cuando se reúne con Pedro Sánchez y lo hace a través de los tres mosqueteros (quizás mosquiteros) que constituyen el tridente de la traición política: Susana Díaz (valida de Cháves), Fernández Vara (valido de Fraga) y García 'Paje' (valido de Bono). No les ha servido de nada, precisamente debido a la falta de credibilidad de estos tres; de quienes, en el seno de su partido (donde les conocen bien), se habla de ‘ausencia’ de crédito, no de ‘falta’ del mismo. Pedro Sánchez ha sabido aprovechar el ‘tsunami’ que supuso su victoria en ‘primarias’ para ‘blindarse’ ante estos ‘traicioneros’. Tiene garantizada la SG hasta 2029, un escaño de diputado a partir de 2019 y ninguna posibilidad de ser presidente del Gobierno español. En 2030, superada la cincuentena, tendrá la vida resuelta a poco listo que sea durante esta década, sin necesidad de gerenciar las ‘saunas’ del suegro.
A partir de 2019 estos tres ‘tenores’ precisarán de ‘Ciudadanos’ para gobernar pueblos y CCAA
En cualquier caso; el ‘nuevo’ PSOE resulta parecerse bastante al ‘viejo’ y ello se debe a que no se ha producido relevo generacional. ¿Recuerdan ustedes aquella expresión: ‘jóvenes viejos’ que estuvo de moda en los años 80? Hacía referencia a jóvenes ‘quemados’ que habían ‘envejecido’ de forma prematura, por mor, quizás, de la frustración provocada por una democracia imperfecta, cuando menos ‘dudosa’ como tal, ‘imperfecta’ como se demuestra en estos días en que España está siendo calificada como nación o estado ‘paria’ en determinados ámbitos del concierto internacional, ámbitos que superan el ‘europeo’.
¿Alguien cree que son ‘jóvenes renovadores’ el malencarado Ábalos, la ex Belloch Margarita Robles, el ex lehendakari (gamberrete) de Portugalete y resto de miembros de la ‘nueva’ ejecutiva de Ferraz? Perdón, olvidé mencionar al ‘joven’ Miquel Iceta, bailarín patético, paradigma de la ‘no’ renovación del PSOE de la que estamos hablando esta mañana. La respuesta es simple: son renovadores de la nada, como el Leguina aquel de Madrid que terminó en la derecha política y mediática más extrema (la última información lo sitúa en el Consejo de Estado, 8.000 € al mes y dietas). Se salva el alcalde de Valladolid, es por ello que ha sido reducido al ostracismo por el nuevo Alfonso Guerra, el tal Ábalos.
PSOE ‘paria’ en una España ‘paria’: 90 diputados en 2019 gracias a Pablo Iglesias