Luz de Gas
Fotografía de 'El Confidencial' |
No podemos generalizar; bien es cierto que aumenta el número de ciudadanos críticos con la Judicatura, lo que viene a decirnos - ‘soto voce’ - que se cuestiona la Monarquía en los sectores más críticos, que coinciden con los nacionalismos ‘paneuropeos’ y la ciudadanía mejor formada. Desde ‘Azuer Diario’ venimos advirtiendo acerca del peligro que supone el mantenimiento de los ‘populares’ (la corrupción les ha convertido en estrellas populares del ‘primetime’ televisivo) al frente del Gobierno de España. Ante la imposibilidad de expulsar al PP del gobierno, ello debido a la debacle de la izquierda en nuestro país (patético Iglesias y hermenéutico Sánchez), esa masa de ciudadanos catalanes, vascos, andaluces y algún que otro mesetario, circunscrito al ámbito geográfico de la capital del Reino, abogan por un mayor alejamiento administrativo (en el caso catalán se trata de secesionismo) del Estado; ahí tienen a las huestes de Susana Díaz y Juanma Moreno disputando por la bandera de Blas Infante.
De repetirse las elecciones en Catalunya: el PP desaparecería y Cs retrocedería
Hace pocos días analistas políticos muy lúcidos venían en darnos razón a los de ‘AD’, lo hacían en un doble sentido; primero de todo: presentadores de TV (la radio es cosa de camioneros aburridos y gluco paseantes), tertulianos y directores de informativos llevan meses ‘manipulando’ toda la información que haga referencia al ‘procés’; de otro lado: juristas de reconocido prestigio se abren paso a codazos para poner en cuestión la represión y el encarcelamiento de líderes políticos, lo hacen por medio de debates públicos, claro que restringidos, ante la imposibilidad de acceder a los medios de comunicación públicos y privados. Una se pregunta por el motivo de tanta tardanza; la respuesta es obvia: toca cambiar de caballo y ‘recuperar’ su apego por ‘lo catalán’ (que – de nuevo – mola mazo). Que se lo digan a mi amiga Montserrat, yegua jurista volviendo grupas al abrevadero CAT.
¿La gran masa ciudadana? con miedo a la libertad, comme d’habitude