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Ayuntamiento de La Solana |
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Demetrio se enteró por su madre de que estaban habilitando la parroquia y un convento para servir de prisiones, se esperaba una cuerda de ciento trece mujeres de cierta localidad que le llamaban el Toboso, la mención de la cuerda le recordó como iban los doce paseados amarrados unos con otros y la carnicería que se organizó, también le dijo que habían ordenado que se realizaran los fusilamientos en los propios cementerios, lo cual hizo entrever a Demetrio que ya no sería necesario, no dijo nada a su madre, que se manifestaba nerviosa, y pensó en hablarlo con Justino.