MLFA
En la Encomienda los del PP habían iniciado una maniobra de acoso y derribo al alcalde que no prosperó por falta de medios de comunicación afines; de hecho el único medio favorable al PP percibía subvenciones cuantiosas de la Junta de Comunidades socialista, a cambio de limitarse a dar pellizcos de monja a los ediles de su partido, algo que desconocían aquellos del PP, y se confiaron. Enterados por un funcionario afín a una concejal popular de que el primer edil mantenía encuentros sexuales en su despacho con mujeres que a cambio se beneficiaban de empleos jugosos, con arreglo a la ya conocida secuencia de contratar a la persona a dedo o someterla a pruebas trucadas, para, posteriormente, dejar transcurrir dos años sin proceder al fin de obra o a la baja regulada por ley de la contratada, que, de manera voluntaria, accedía al intercambio carnal que se denominó empleo por sexo. La operación se realizó de acuerdo con la policía municipal, que mantenía un grave contencioso con el alcalde, dictador donde los haya, como era bien conocido, un hombre para el guiness, al tratarse del primer regidor que se enfrentó a todo el cuerpo policial de la población bajo su mando.