Ayuntamiento de Membrilla, conocida entonces como 'La pequeña Rusia' |
El aspecto del lugar era dantesco, todo iluminado por los focos de la camioneta del Negro, uno de ellos se apagaba a ratos y el conductor aquel lo encendía golpeando el culo del foco. Repuesto del susto, saltó sobre aquella masa humana, acorralada, algunos llantos eran de histeria, superado ya el grado de rabia, pero se mantenían dignos. Vació el cargador de siete balas en las cabezas de tres de aquellos pobres hombres y no supo qué hacer.