Carlos Elordi
(Escrito 3 días antes del recurso al TC)
Carles Puigdemont y Roger Torrent en Bruselas. |
Rajoy no es capaz de emprender otra vía que la de la dureza en el conflicto catalán. Su cultura política, que viene del franquismo sin solución de continuidad, y sus limitaciones no le permiten otra opción. El colectivo independentista sigue en pie. Y si algo no lo remedia puede que entre en un estado desesperación, del que puede derivarse cualquier cosa, al comprobar que cada golpe que propinan a lo suyo es más fuerte que el anterior. Sería un milagro que el Tribunal Constitucional no aceptara el recurso del Gobierno contra la candidatura de Puigdemont. Puede que alguno de sus miembros dude al respecto, pero desde hace mucho tiempo está claro que la mayoría de ellos descarta la posibilidad de disentir con quien les concedió ese jugoso cargo justamente porque su obediencia estaba garantizada. Por eso es prácticamente seguro que Puigdemont no será president. Tal y como estaba previsto desde la noche del 21 de diciembre, cuando se comprobó que los independentistas volvían a obtener la mayoría del Parlament.
Mayoría de miembros del TC descarta la posibilidad de disentir con quien les puso ahí