martes, 5 de julio de 2022

Sueños húmedos: 'Cunnilingus' y 'Fellatios' como opciones sexuales

 MLFA

Cleopatra era la reina de las felaciones, fue conocida como 'la boca de 10.000 soldados'.

Dos amables lectoras me piden que sea más explícito en el tema del 'sexo oral', recientemente sacado a colación en un PS (Post Scriptum) que tenía relación con 'Sodoma y Gomorra'. Lo hago de forma breve y escueta; esta práctica sexual ya se conocía en la antigüedad: hablo de Egipto, Grecia y Roma, si bien los griegos no la consideraban 'apropiada', a sensu contrario era 'bien vista' en Roma, y, de forma especial, en Egipto, al ser la propia Cleopatra una 'adicta' a este tipo de relación sexual. Para los griegos, la 'fellatio' era una costumbre propia de homosexuales, de ahí su rechazo por la ciudadanía.

La 'fellatio' y el 'cunnilingus' son opciones sexuales apropiadas cuando existe disfunción eréctil

No entraré en la compleja y variada casuística de la 'disfunción eréctil' al ser un profano en la materia; sé que la edad y el consumo de fármacos diuréticos de uso obligado para el control y regulación de la diabetes y la hipertensión inhiben la generación de testosterona y dificultan mucho el riego sanguíneo en el órgano sexual del varón, provocando problemas de erección, algo que se conoce como disfunción eréctil.

Ante el fallo del motor principal la alternativa pasa por el motor auxiliar; el uso de la lengua y frote del clítoris

Estamos hablando del 'cunnilingus' del varón a la mujer; se trata de una operación delicada por la cual la lengua del varón 'lamería' el clítoris de la hembra con suavidad y movimientos acompasados; la experiencia nos demuestra que es más fácil, para la mujer, llegar al 'orgasmo' por este método sosegado que por medio de la penetración. No publicamos fotos para no perturbar a los lectores y lectoras (que diría Ibarretxe).

La sociedad oculta el hecho de que la mujer (85%) no alcanza el orgasmo por medio de la penetración

Escupidera de bronce, muy decorativa.

Respecto de la 'fellatio' (vulgo 'mamada'); no es muy recomendable su uso por parte de la mujer, se trata de una experiencia sexual más propia de 'homosexuales'. Si ambos miembros de la pareja no son muy expertos el varón 'eyaculará' en el interior de la boca de la mujer, resultando una experiencia ciertamente desagradable si no tienes cerca una 'escupidera' y un buen frasco de 'colutorio' barato del Mercadona.

Las mujeres de nuestra generación, comprendidas en el segmento de edad de entre 50 y 70 años, rechazan las prácticas del 'cunnilingus' y de la 'fellatio', por razones de educación católica. Curiosamente; si se separan o divorcian presentan cierta predisposición a realizar estas prácticas con la nueva pareja. Me consta que lo hacen por simple 'pose moderna', sigue sin gustarles las 'mamadas', y tienen especial rechazo a las felaciones. 

Recuerdo dos episodios de 'fellatio' con ingestión, uno en 2000 y otro en 2005, me provocaron lástima

Si publicara las fotos de estas dos mujeres, algo que, obviamente, no pienso hacer; bellas, dulces y desesperadas, les causaría lástima y comprensión a lectoras de esas edades. Me ocurrió en esas dos ocasiones; servidor es adicto al 'sexo oral' desde siempre, tanto como a la 'penetración', si bien dicha práctica me fue negada por la madre de mis hijas, excelente persona. Seguro que les ocurrió lo mismo a mis compañeros de promoción, en el supuesto de que lo intentaran, claro.

Lo preocupante resulta ser la edad a la que pierden el deseo sexual (ellas): entre los 30 y los 35 años

A partir de esa edad aparece, en el mejor de los casos, el 'débito conyugal'; la mujer entiende que el marido necesita 'satisfacerse' (vaya palabro) y se presta a ello con una frecuencia mensual; se encama desnuda, lo de que la 'desvista' el marido ya no mola, y los prolegómenos 'precoito' menos todavía. Agradece el preservativo ya que la libera de acudir al bidet y puede dormirse antes. La mujer, mentirosa por naturaleza (forma parte de su proceso de autodefensa), miente en la cama, lo hace siempre; el hombre nunca sabe si ella 'se satisfizo' (otro palabro), porque ella, insisto, mentirá siempre.

Es obvio que la monogamia tiene fecha de caducidad; actualmente se rompe el 55% de las uniones (en Alemania y norte de Europa lo hacen el 65%). Aparece el 'poliamor' (antes llamado adulterio), y los españolitos, ¡qué decir de ellas! están bastante desquiciados. Este suelto se escribe dentro del más absoluto respeto y consideración hacia las mujeres de nuestra generación; en el convencimiento de que son 'víctimas' de una cultura patriarcal y machista que les vino impuesta por sus mayores y por monjas y clérigos de baja estofa. 

Por cierto, no se quiere reconocer el desastre humano (en todos los sentidos de la vida) que suponen separaciones y divorcios en España; ello por falta de regulación del matrimonio y de las graves consecuencias del 'cese' del mismo. Tampoco se habla de las consecuencias que generan las rupturas, entre otras, el incremento de la 'violencia de género'.