MLFA
Se recomienda ampliar la fotografía y contemplar los rostros que reflejan angustia vital. Fotografía de "El País".
La noche del 10 al 11 de julio de aquel fatídico 1997 comenzaba la agonía para la familia y amigos de Miguel Ángel Blanco y para el resto de los españoles de bien, que eran la inmensa mayoría, desde Ermua a Algeciras. España 'se paró' y la angustia generalizada resultó 'paralizante'; éramos conscientes de que la 'bestia' quería sangre y muchos nos mostramos escépticos respecto de la liberación que toda España reclamaba. La 'muerte' de Blanco por la 'vida' de Ortega Lara, lo hemos mantenido siempre.
Los psicópatas no actuaban 'por libre' como creían muchos en España, había cerebros y estrategias detrás
Recomiendo analizar de forma sesuda el 'Qui prodest', y plantearse la pregunta pertinente: ¿A quién beneficiaban los terribles crímenes de la banda terrorista? Se habla a menudo de la autoría 'intelectual' de un crimen o atentado con estragos, y es obvio que en Euskadi conocíamos a los autores intelectuales de los asesinatos de ETA; cerca de 900, 300 de los cuales restan impunes a día de hoy.
Verlos ayer asistiendo a homenajes a los asesinados por ETA produce rabia e indignación. ¡Ustedes mismos!
Estamos en 1997; a menos de 48 horas del óbito por dos disparos en la nuca, nos queda vivir el recuerdo de Miguel Ángel en casa, en la playa, en la piscina, con los amigos; en definitiva, meditar acerca de aquella tragedia, sin menoscabo del recuerdo del resto de víctimas de la banda terrorista. ¡Hasta la madrugada de mañana! Esta noche celebraremos una 'vela' en una playa del Estrecho.
