MLFA
Jordi Turull y Laura Borrás en el congreso de JUNTS celebrado este fin de semana en La Farga de L'Hospitalet.
El congreso lo preside telemáticamente el exconseller Lluis Puig, cuya extradición ha sido denegada por Bélgica. A estas horas del domingo ya podemos destacar que la única conclusión relevante será la constatación de las diferencias que mantienen con los de ERC respecto de la 'Mesa de Diálogo' con el gobierno de P. Sánchez, y el apoyo cerrado a la presidenta del Parlament, Laura Borrás. El espíritu del "1-O" ha saltado hecho mil pedazos; por cierto, Oriol Junqueras aparece 'desquiciado', diría que pelín 'histérico' en sus últimas intervenciones, de hecho las convierte en mítines de exaltación hacia el diálogo, absolutamente inane, con el gobierno de coalición español 'PSOE-Podemos'. La ciudadanía catalana empieza ya a ser consciente de que ERC no es independentista, y sus seguidores preferirán un Govern con los del PSC. JUNTS inicia, desde ya, una travesía del desierto, dejando que gobierne Catalunya un nuevo 'tripartito', el compuesto por 'ERC-PSC-Podem'. El próximo mes de mayo habrá tripartito en el Ayuntamiento de Barcelona; Ada Colau se verá obligada a abandonar la alcaldía, como es de merecer. Ernest Maragall tampoco será alcalde (octogenario) de Barcelona, pero él no lo sabe todavía; si como concejal de la oposición (sin ninguna responsabilidad municipal) percibe 95.000 € ¿Qué cobraría este encantador vejestorio como alcalde? ¿Nos hemos vuelto locos? (Me recuerdan que el alcalde de La Encomienda en CLM, con 18.000 habitantes, cobra 73.000 € y es otro 'sin papeles'). En España los títulos solo se exigen para ser empleado de gasolinera; se trata de una 'titulitis' de corto alcance.
Si una 'sin papeles', simple activista antidesahucios, como la Ada Colau, lleva años de alcaldesa de Barcelona; ¿Por qué no probar con otro 'sin papeles'? Digamos que hablo del Rufián. La gobernanza catalana comienza a parecerse a la caribeña: 'ancianos' y 'activistas' en el Poder; en definitiva, lo contrario a la 'modernidad' y al 'progreso' de un territorio que siempre fue 'puntero'.
'Posado' de Ada Colau un año antes de ser nombrada alcaldesa de Barcelona; no consta que haya 'acogido' ningún desahuciado en su casa.
La represión brutal y las presiones económicas, incluida la deslocalización, acercan al abismo a Catalunya
