domingo, 26 de abril de 2020

Una manifiesta pérdida de deseo sexual durante el "confinamiento"

MLFA 

Se trata de un tema del que muy pocos quieren hablar ya que supone el colapso de cimientos muy endebles sobre los que se basa la ‘unidad familiar’ entendida con arreglo a cánones de modernidad, correspondiente a los nuevos tiempos vistos a través de viejos clichés. Yo lo denomino ‘guerra de roles’ porque no se trata de asumir los nuevos ‘roles’ de hombres y mujeres, sino de ‘guerrear’ entre ellos; contrariamente a lo que parecería lógico, es decir, que la mujer – especialmente ella – agradeciera su nuevo ‘rol’ en la sociedad y el derrumbe de la sociedad ‘patriarcal’; constatamos que las mujeres, en general, reconocen en el hombre al 'enemigo con efecto retroactivo' e inciden – de forma obsesiva – en la responsabilidad del mismo (que tanto daño les hizo, al parecer). Resulta obvio que asistimos a un modelo nuevo, inédito, de relaciones sociales, en general, y, de relaciones de pareja, en particular. Igual de cierto esto último que, en cuanto a las relaciones sexuales hace referencia, la merma o reducción del deseo sexual nos aboca al enfrentamiento entre sexos, no ya por ‘deseo de venganza’, o, si prefieren, ‘voluntad de venganza’, sino por la abulia sexual hacia la que nos encaminamos en el seno de la pareja en el sentido convencional del término; es decir, matrimonios o parejas estables. No entro a diseccionar la situación actual de otras formas de pareja, desconozco la dinámica de los colectivos LGTBI, y añado que no revisten interés alguno para un servidor; simplemente les deseo suerte en el empeño, ‘contra natura’ según mi opinión, y que entiendo claramente desestabilizador. Ojalá mi apreciación resulte errónea. Resulta del todo deprimente que hombres normales nos enfrentemos, muy a nuestro pesar, a dos ‘enemigos’: mujeres y homosexuales, si bien es cierto que podemos no resultar ser (nosotros) los ‘perdedores’, aunque todos nos dejaremos ‘pelos en la gatera’ en el empeño sobrevenido inopinadamente y de forma tan abrupta. Pero hablemos de ‘mamadas’ y de situaciones sexuales y amorosas más interesantes durante el confinamiento. 

La mujer – sean sinceras – considera el falo como elemento agresor ‘necesario en parte’ 

No conozco mujeres de mi edad que acepten la práctica de ‘sexo oral’, y, si me perdonan la inmodestia, conozco bastantes. Si descendemos en segmento de edad, me refiero a las mujeres que frisan la ‘cincuentena’, que conozco mejor, solo aceptan el sexo oral de entrada 'no' pero 'sí', terminan bajando al pilón, algunas con entusiasmo impostado (como en la OTAN de Felipe González) solo cuando se ha producido un cambio de pareja, bien por divorcio, separación o simple adulterio. Esas mujeres no habían practicado la ‘fellatio’ (vulgo ‘mamada’) con sus parejas de origen, es decir, con sus maridos. ¡Ni de coña! 

El sexo en la antigua Roma, museo de Pompeya.

Tras una ruptura sentimental, como les decía, las mujeres de entre 40 y 50 años ‘se lo comen todo’, (recuerdo una que se lo 'tragaba') pero, atentos, porque se trata de una ‘estrategia’ de acercamiento hacia la nueva pareja, bien entendido que, meses después, incluso semanas, dejan de ‘comérselo todo’ porque – en su fuero interno – la ‘fellatio’ no les va; intentarán mantener la ‘pasión’ por métodos convencionales, y les durará solo un año, a diferencia de los tres años que duró la pasión con su marido primigenio. 

La mujer española es asexual tras la maternidad; eso puede ocurrir con 33/35 años 


Donde digo ‘asexual’ pueden ustedes poner ‘frígida’, 'desinteresada', generalmente ‘remolona’; es asequible a base de seguridad económica y de regalos o tratamientos excelsos; lo normal es que dejen de practicar sexo con ganas (otra cosa es la aceptación sexual del macho por decoro, cariño o simple agradecimiento, aunque piensen en la lista de la compra durante el ‘acto’) a partir de los 35 años; algo ciertamente ‘antinatural’, y que, a buen seguro, les pasará factura: emocional, económica, psicológica y psicosomática. Si se abandona le sexualidad activa a los 35 años y se tiene una esperanza de vida de 85 años. ¿A qué dedican las mujeres su tiempo libre durante 50 años? Parece que el ‘fornicio’ no es una opción para muchas de ellas. Se consolida la actual opción de ‘soledad’ por parte del hombre; éste ‘picoteará’ sexualmente entre compañeras de trabajo o, simplemente, con prostitutas de ‘regalo’ o ‘cuota’. Otra alternativa - a mí me ha funcionado - es la relación con mujeres 15/17 años más jóvenes que el hombre. A igual edad; el varón se queda sin sexo conyugal a los 35/37 años, aunque - de vez en cuando - le aceptarán 'penetrar' en el santuario; ella evitará que la desnude poco a poco y otro tipo de actos conducentes a la 'preparación al coito', como copas de vino o cigarrillos; eso queda para las series de la TV, o para las nuevas parejas durante el primer año de 'nueva relación'.

El rechazo hacia el 'falo' implica distanciamiento de carácter irreparable; la 'nueva' se lo come

También ‘parece’ que a las feministas no les preocupa mucho que se descalifique a las mujeres ‘activas’ sexuales llamándolas ‘ninfómanas’, y se echa en falta una campaña de promoción del sexo; más bien al contrario, el feminismo – o una parte del movimiento – aboga por un rechazo a la ‘penetración’. Es obvio que crece el número de mujeres que apuestan por el ‘lesbianismo’, da la impresión de que (para ellas) el sexo oral ‘entre mujeres’ es más limpio y gratificante, también menos ‘agresivo’, que el sexo con varón. (Y su ‘pollón’, que diría mi amigo Carlos). 

Al lumbago, dolor de cabeza, nervios, al ¿no has cobrado aún? le añadimos el ‘coronavirus’ 


Curiosamente; las mujeres se ‘arreglan’ más que nunca, bien para acudir al trabajo o para realizar actividad social, con el marido y/o con otras mujeres; ello no implica que el hombre se vea ‘recompensado’ cuando ella vuelva de la oficina, o ambos regresen de cenar o ver una película, ¡Qué va! Se trata, simplemente, de sentirse ‘admiradas’, incluso ‘deseadas’ (en algunos casos, no en todos), y no por parte del marido, sino del segmento social o laboral al que pertenecen. Durante el confinamiento o reclusión por el coronavirus ese impulso o ánimo de sentirse admiradas o ‘valoradas’ desaparece y han vuelto al ‘chándal’ que tanto denostaban a su marido durante el resto del año. 

Su ropa interior, limpia por supuesto, deja de ser ‘sexy’ o, simplemente atrevida; las mismas mujeres (próximas a cumplir los ‘40’) que calzan tanga en la oficina o en el restaurante para que el pantalón de licra modele a la perfección sus nalgas, se visten – durante el confinamiento – con bragas de esas que llegan al ombligo. No tienen necesidad de ‘esculpir’ el culo. Adoptan prendas, como ya he dicho, pijamas y chándal, que tanto critican al marido, con razón. Les suplico que mediten acerca de su relación de pareja; no damos la razón al hombre y sus actitudes, pero hoy tocaba hablar de la mujer, con respeto pero con dureza. 

Una obra de arte griega; el señor penetra analmente al joven esclavo que cuelga de unas poleas.

Por último; y esto sí que es una crítica mordaz a las mujeres: lo primero que dicen a sus ‘segundas’ parejas es que sus ‘maridos’ follaban poco y mal, ¡lo juro por mis muertos! a mí, que no soy Rodolfo Valentino, me lo han asegurado más de tres y cuatro parejas de segunda mano. ¡Qué indigno! Seguro que lo dicen de mí; a pesar de que siempre me he hartado a follar con verdadero cariño y atención, pero a follar a tope ¿vale? 

Ese cariño y admiración perdidos lo ‘ganan’ los hijos; de forma ‘sobrevalorada’ 
(¿Poligamia, poliandria, soledad, colapso de natalidad?, ellas pierden más) 


PS – A título jocoso; les recuerdo mi frase de siempre: ¡Para beber un vaso de leche tienes que comprar la vaca! ¡Feliz confinamiento! ¡Follad, que el mundo, tal como lo conocemos, se acaba! Y, sobre todo, que nadie fallezca por el ‘COVID-19’ en lo mejor de la vida, ¡suerte! Soy consciente de que me caerán chuzos de punta, también de que este suelto resultará agridulce para muchos. El próximo artículo será más pornográfico, con situaciones vivenciales reales que han de corroborar el contenido de este; en cualquier caso – filias y fobias aparte – aprovechemos el confinamiento para reflexionar sobre nuestra relación de pareja y la ‘educación’ desmadrada que damos a nuestros hijos actualmente, preñada de errores que nos costarán muy caros, sobre todo a ellos; niños poco sensibles, mal educados y peor urbanizados, y jóvenes sin proyecto de futuro en una España que hace agua por todas partes, por individualismo y ambición desmedida de bienes materiales (a los que no podrán acceder la mayoría de ellos). Un país con ‘fracaso escolar’ evidente; se lo debemos a los socialistas del PSOE, ¿quién lo hubiera dicho en 1975

El hecho de que Pablo Iglesias se dirija a los niños es para echarse a temblar