viernes, 17 de abril de 2020

¿Qué podemos esperar de un Gobierno que nos devolvería a 1978?

MLFA 
Al fondo, en el centro, por dignidad y humildad, Juan Ajuriaguerra (PNV), el más digno de estos corsarios.

Después de dos meses de ‘improvisación’, Pedro Sánchez ha encontrado la solución mágica; un brebaje en el que se mezclan ansias de ‘recentralización’, lo más parecido a una ‘LOAPA’ que nos devuelve a 1981 (golpe de Tejero); ‘compensación’, destinada a los poderes fácticos, por haber pactado un gobierno de coalición social-comunista; y un mensaje de paz, dirigido a los barones fascistones de su partido: Page, Vera y Lambán. Qué mejor – piensa el necio – que una vuelta, un retorno al pasado, en su mente la mesa en que se sentaron: fascistas, comunistas, socialistas de Suresnes, y nacionalistas vascos y catalanes. Los ‘Pactos de la Moncloa’ que llevaron a la perpetuación del franquismo, en forma de ‘neofranquismo’. Y le llamo ‘necio’ con pleno conocimiento del término; no sabe Sánchez, por su edad y poca o nula capacidad política y, por supuesto, por falta de cultura social, que el muñidor de aquellos pactos – Adolfo Suárez – duró un suspiro; se consideró a Suárez como el ‘breve’, y Sánchez no lo tiene en cuenta, por su falta de capacidad, reitero. Suárez pensaba gobernar 25 años; no llegó a 4 y salió por la ‘gatera’, desprestigiado. Su hijo no le fue a la zaga, éste hizo el ridículo más impresionante en CLM, equiparado en ‘desprecio’ al ínclito Hernández Mancha (también castellano, de poco castillo). 

40 años de ‘Transición’ a ninguna parte a través de una democracia tutelada por facciosos (I+D)

No existe mayor demostración de debilidad – diría que ‘cobardía’ – que este intento de reconocimiento democrático (de blanqueamiento, como se dice hoy en día) de aquella ‘olla podrida’ que contó con ingredientes tóxicos, todos ellos en defensa de su futuro político: ‘comunistas’ que querían ver perdonados sus gravísimos pecados, están en la mente de todos; ‘fascistas’ que buscaban lo mismo, no en balde se retroalimentaban; ‘nacionalistas vascos' revestidos de toda dignidad; ‘militares y jueces’ a quienes se ‘garantizaba’ el futuro sin pérdida de privilegios (a quienes perdieron el cargo les siguieron pagando lo mismo que el régimen anterior) de todo tipo, incluidos los ‘sociales’ y ‘políticos’, nos queda en la retina la figura de Carrillo y la de Fraga (los dos firmaban ‘ejecuciones’ públicas) entre otros ‘carniceros’, recuerden al de Málaga, un tal Arias Navarro. Sin ignorar a Felipe González, que merece mención aparte.

Abandonan el término ‘Pactos de la Moncloa’ y hablan de ‘ mesa nazional de reconstrucción’ (?) 

¡Felipe amigo! sigue portándote como hasta ahora y te haré tocar el cielo con esas manos de 'cal viva'.

El coronavirus no solo ‘mata’, por desgracia, también se están produciendo ‘resurrecciones’, la más llamativa ha sido la de Felipe González que aprovechó que el domingo resucitó Cristo para ‘resucitar’ él mismo, con gafas negras pero sin vendajes a la vista. Este hombre es el paradigma de la indignidad política; es obvio, traicionó a los suyos desde lo de la OTAN. No parece que su vejez – a pesar de sus millones en efectivo y casoplones – esté siendo muy plácida, más bien al contrario, de ahí sus salidas de pata de banco y la ausencia de sentido del ridículo social (enriquecido con malas artes) y político (impulsó a ETA por medio de los GAL, aroma de mierda). 

Estos ‘no pactos’ conseguirán el apoyo de los ‘176’; es bueno para los PGE… ¡pero de 2021! 

Se trata de un joven 'envejecido' y 'amargado' que ha perdido el tren de La Moncloa para siempre.

Se sabía que no habría pactos; se llamen como se llamen, ‘de la Moncloa’ o de ‘reconstrucción’: ¿Cómo se puede pactar con tipos como Casado? y ¿A quién interesan los 10 diputados de Riverita? ¿He dicho Riverita? y hay que reconocer que Sánchez mantiene dignidad ‘europea’ respecto de los de VOX; servidor es ecuánime por naturaleza. No sabemos quién ‘asesoró’ a Casado acerca del valor añadido que supondría ‘dejarse barba’ (tampoco me importa); pero no hay duda respecto del gravísimo ‘error’ que supuso. Esa barba ‘sucia’, añeja, a la moda de secretario de palacio del medioevo, aporta un aura de ‘maldad’ al individuo y sustrae del mismo aquel ligero ‘encanto’ que veían en Pablo Casado peluqueras y esteticistas, y jóvenes de diverso pelaje que supieron ‘perdonarle’ aquellos regalos ‘envenenados’ del master y la licenciatura sin haber estudiado un solo libro de texto. Estos regalos se hacían para tener a los 'jóvenes' cachorros del partido popular 'cogidos de los huevos'. (Fuego amigo preventivo).

Le perdonaron, precisamente, por su rostro lozano, al no verlo mal tipo, que lo es