miércoles, 15 de abril de 2020

¿Cómo se atreven a mentar los Pactos de la Moncloa? ¿Son idiotas?

MLFA
¡Begotxu! dile a Kepa que Felipe y José Luis están de acuerdo en recuperar a Corcuera, a ti te hará caso.

Solo a un incauto como Pedro Sánchez se le ocurre mentar la soga en casa del ahorcado; lo de ‘idiotas’ quizás no sea acertado y debamos hablar de ‘imbéciles’, pero de diccionario (consulten el oficial de la RAE), claro que solo a un ‘idiota’ se le ocurre contratar a un asesor buscavidas y lenguaraz como Ibán, yo lo escribo con ‘b’ por ser inocuo, como el de la cuenta bancaria; la mayoría de los españoles desconoce que este fulano fue asesor principal del ‘bellotari’ extremeño que pasaba la mitad del tiempo con la querida en Canarias (los viajes por cuenta del erario público). Poco se puede esperar de un asesor al que el jefe deja con la palabra en la boca y sale corriendo hacia el aeropuerto porque se ha ‘empalmado’ y acude a la ‘berrea’ canaria. 

Fue M. Rajoy y no Ibán (ES16) quién llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa 

Tuvimos la suerte de dar con otro necio, el tal M. Rajoy, que, ciego de soberbia, aguantó la ‘moción de censura’ sin pronunciar el tan esperado (por los suyos) ¡Yo dimito! ¡Que corra el cargo y presida Soraya, que también es del PP! mientras a Sánchez no le cabía una paja en el culo. Borracho en el reservado de aquel restaurante, entre las 15:00 y las 21:00 horas, en compañía de su dulce Dolores y varios felones de su confianza. Un guardaespaldas le dijo, al salir del bar, respetuosamente: ¡Don Mariano, que se ha equivocado de coche! y lo condujo del bracete al suyo.

El ‘Ibán’ no tuvo nada que ver en aquella jugada de carambola. A partir de ahí; el último de los conserjes de palacio podría haber sido nombrado asesor principal del flamante nuevo presidente, quien, lo saben todos los de su entorno, no necesita otro asesor que no sea su mujer; así nos va, claro. 

De ahí la imbecilidad de estos nuevos ‘Pactos de la Moncloa’ y el Guerra muerto de risa 

Las urnas 'fumigaron' a uno de ellos; a Pedro le quedan los dos de Aznar para pactar lo que haga falta.

Resulta obvio que alguien que no se ha leído su tesis doctoral, (los plagiadores no son dados a ‘releer’ lo copiado, por un mínimo sentido de la vergüenza), sea capaz de ‘leerse’ los Pactos de La Moncloa, un refrito infumable que suponía la gran farsa posterior a la 'reforma política' de 1976 y que era – de facto – una ‘Ley de Punto Final’ como en Argentina y Chile por aquel entonces. Aquello fue cual gran proclama de Lampedusa: ¡Que todo cambie para que nada cambie! con esa intención u objetivo se hicieron aquellos ‘pactos’. Ahora va el petimetre y propone resucitar a Lampedusa y su ‘Gatopardo’

Ligeramente intimidantes ¿no?

Los ‘gatos’ de Felipe González eran ‘rojos’ o ‘azules’, a él le daba igual; los de Sánchez son ‘pardos’, más del estilo de Musolini; a Begoña, su mujer, le atrae mucho Italia y, a fin de cuentas, es la que manda. También le van los tonos verdes: lejía y picoletos. Que se me entienda: ¡Los ministros y ministras los elige Begoña Gómez! de Bilbao, de los Gómez de toda la vida. Dicen que las decisiones se toman según baremación: 60% y 40% a favor de la esposa. 

Y va el necio este y propone ‘reeditar’ aquella estafa a los españoles: ¡El punto final! 

La rendición total que incluía el perdón (y mantenimiento en sus empleos) a los asesinos y torturadores, así como a sus mentores políticos y empresariales, el ¡Quítame allá esas pajas! que nos condujo a la perpetuación del ‘franquismo’ y al mantenimiento de las cúpulas militares, policiales y empresariales del régimen instaurado en 1936 a sangre y fuego. En estas estamos, con una sociedad sojuzgada, a veces a ‘porrazos’ y casi siempre manteniendo a la sociedad civil en la ignorancia consuetudinaria. 


Me faltaba el ‘siempre’: el poder arbitrario y omnímodo de la Judicatura. La genuflexión de Felipe González ante el monarca y los ‘milicos’, también ante la iglesia católica, tuvo consecuencias que estamos pagando mientras él ‘disfruta’ de las 30 monedas que todavía le duran (eran renovables), son monedas de plata 'constantes'. El patrimonio de FG alcanza los 10 millones de dólares (Sarasola decía: un 'americanito'), aunque la cifra es estimativa, es probable que su patrimonio supere esos 10 millones de dólares.

Sánchez no puede pactar nada con una derecha franquista de las FAES, igual que medio PSOE