MLFA
Master Ocean Going
Master Ocean Going
"Las vidas son los ríos que van a parar a la mar, allá van a se fenecer y se morir" |
Recién cumplidos los 72 años ¡qué rápido han pasado! y habiendo recorrido todo el mundo, ya sin los padres y abuelos (y padeciendo la pérdida de un hermano joven, de los siete que fuimos); padre de dos hijas – excelentes profesionales con la vida resuelta – y abuelo de siete chicos y chicas, en edades comprendidas entre los 4 y los 24 años, uno se pregunta: ¿Merece la pena suprimir la ingesta de dulces, grasas saturadas, bebidas alcohólicas no destiladas, y mantener el peso ideal a base de nutrientes tasados por nutricionistas novedosos? ¿Merece la pena abandonar el consumo de cigarros y de cigarrillos para así poder alcanzar la longevidad, cifrada en los 85 años para el hombre? ¿Merece la pena vivir con degeneración visual progresiva, pinzamientos en discos vertebrales y/o desgaste de juntas intervertebrales? ¿Merece la pena atiborrarse de medicamentos que convierten los cadáveres en cacofonía de cementerio sónico? ¿Merece la pena vivir desde los 75 años sin fornicar? ¿Merece la pena vivir en familia? Me parece que no; que no merece la pena para uno mismo y, mucho menos, para los demás. No digamos si sufres alguna discapacidad; y es que hemos creado una expectativa de vida mayor… ¡y mucho peor! Ergo… uno debería ponerse – él mismo – el código de barras de la caducidad. Pidan permiso para visitar un cementerio de noche; no son grillos lo que escuchan, son sus deudos recientes. Nos devuelven la ‘química’ que les ha permitido ‘malvivir’ entre los 75 y los 85 años. Los gusanos rechazan la medicación. Así que las corporaciones farmacéuticas hacen la campaña contra la eutanasia. Yo no vivo en familia desde hace 33 años y no me va mal, se lo aseguro. Si la cosa se pone mal la solución consiste en emular al almirante Nimitz y quitarte de en medio, eso sí; satisfecho de la vida que uno ha elegido. ¿Y la vida sentimental, se preguntarán? Pues eso: ¡A base de contratos eventuales! Resulta carísimo pero muy gratificante y mantiene alta la autoestima y lo otro, porque la renovación es vivificante.
Si dejas de fumar vivirás 10 años más… pero ¿cómo viviré esa última década?