miércoles, 1 de octubre de 2025

Me envían una foto de Los Camarotes: ¡Prevención del fuego 2025!

 MLFA - Experto Docente en Seguridad y LCI (Lucha Contra Incendios) por el ISM español y la Generalitat de Catalunya entre 1986 y 2004.

Frondosas ramas de los eucalyptus ¿se apoyan? en los camarotes; en su base montañas de hojarasca, a modo de "pira" presta para el fuego, y en la senda de humus vegetal, excrementos de perros y alguna que otra colilla de cigarrillo mal aplastada. El área de peligro es de dominio público. Consultado el "085" (Bomberos) nos dicen que interpongamos denuncia "ante la Guardia Civil". ¡Toma ya! A la displicente "bombera" solo le faltó añadir: ¡Y dos huevos duros! Acceso Sur al Parque de la Reserva Natural del Estrecho de Gibraltar, invadida por el fuego dos veces en los últimos cuatro años; y la propia urbanización arrasada por el fuego -en el dominio público de Levante- soplando viento de Poniente (a Dios gracias), pude colaborar en la extinción, en 2020.

Incendio en la Reserva Natural del Estrecho de Gibraltar; el fuego a 300 metros de Los Camarotes de Algetares, en 2023. Foto de MLFA.

El helicóptero del INFOCA cargando el copo en uno de los meandros del río Pícaro, entre cañas que semejaban lanzas, en Septiembre de 2023. Foto de MLFA.

Es sabido que los eucalyptus son una especie invasora -resultan muy rentables para la construcción- que ayudan a propagar los incendios. Lo cierto es que es un árbol que produce más material en el sotobosque que otras especies y si las plantaciones no se limpian, si no se cuidan, si no se desbroza, toda esa vegetación contribuye a la expansión de los fuegos porque se quema a un ritmo feroz. (A mis alumnos acostumbraba a decirles que los eucalyptus son "gasolina de 98 octanos").

Si en sus bases de raíces alargadas "amontonamos" hojarasca, ya hablaríamos de "keroseno".
(Ver las montañas de hojarasca en la parte inferior izquierda de la fotografía del vecino)

Las copas de los eucalyptus son muy altas, pueden llegar hasta los 20 metros, y convierten sus hojas en una especie de cerillas volantes -y en esto coincido con David Lema- que, con las condiciones adecuadas: treinta grados de temperatura, una humedad relativa del 30%, y una velocidad del viento superior a 30 kmts. por hora; pueden recorrer kilómetros encendidas y originar nuevos fuegos a largas distancias. Los eucalyptus están adaptados para sobrevivir después del fuego, e incluso pueden rebrotar desde sus propias cenizas. Las personas no rebrotan; salvo excepciones como Felipe González y José Mª Aznar, para nuestra desgracia.

Esta especie "invasora" desplaza las plantaciones de árboles "autóctonos" como robles y pinos.
(El vecino añade que solicitó la tala de estos eucalyptus; le respondieron: ¿Y los ecologistas?)
(¡Los incendios se apagan en invierno! suelen decir... ¡menos en los Camarotes del río Pícaro!)