MLFA - Criminólogo
Propuesta a Policía Manzanares (2014)
Conviene reabrir la reflexión sobre “inseguridad” y que el debate resulte pedagógico para los ciudadanos, cansados ya de teorías y estrategias que no son efectivas a la hora de prevenir el delito. En los últimos años se constata una pérdida de credibilidad de las actuaciones policiales y un claro rechazo hacia nuestras instituciones judiciales, cuyas competencias están desparramadas por autonomías y provincias y cuyas cúpulas dependen de los diferentes Parlamentos, que son quienes las nombran (CGPJ, TSJ, TS y TC). Deberemos dar una respuesta efectiva a esta crisis de la concepción tradicional de la actividad policial, para lo cual procede evaluar las nuevas estrategias de seguridad, reclamando su puesta en marcha por jueces y policías y coordinando a los policías y fiscales dentro de la legislación actual, a la espera de que ésta sea reformada.
Cuestionamos el axioma “más policía, menos delincuentes”, ya que no hay conexión entre el número de efectivos policiales y la reducción del índice de criminalidad, como han demostrado estudios recientes a partir de la publicación de “Policía para el futuro”, de Bayleen (1987), en Estados Unidos. Al tiempo que la crisis económica y por ende el control del déficit público de las diferentes Administraciones, impide la contratación de policías a nivel nacional y municipal, lo cual conlleva el mantenimiento de las plantillas actuales y la posterior reducción de las mismas por mor de las preceptivas jubilaciones.
La policía de nuestra ciudad, que comparte seguridad con otras fuerzas como Guardia Civil; con sede judicial y centro penitenciario próximo de máxima seguridad (Herrera de la Mancha), que aporta delincuencia fugaz por los permisos de fin de semana, debe implicarse en la comunidad, ya que, aquella, no es un poder aislado de la misma, ítem más, necesita de la colaboración de los ciudadanos. La seguridad no es exclusiva de sus propias Fuerzas, sino que se hace extensiva a la ciudadanía. Se trata de mejorar los niveles de seguridad a través de la colaboración ciudadana. Gracias a esta colaboración identificaremos los problemas de criminalidad y de convivencia y podremos implicar a los ciudadanos en la búsqueda de soluciones de los mismos.
Esta estrategia de policía comunitaria pone el énfasis en la prevención del delito ya que la relación de confianza que se forja entre el ciudadano y la policía permite que el propio ciudadano traslade a la policía aquellas informaciones o preocupaciones antes de ser víctima del delito y no después de que éste se haya producido. Tan importante como aumentar la prevención del delito es reducir la percepción de inseguridad del ciudadano (el miedo). Procede un cambio en la gestión de la seguridad; poniendo el acento en la flexibilidad de la organización policial, en su capacidad de trasladar una visión optimista de la seguridad, en el sentido de que las cosas pueden cambiar y en la búsqueda de mecanismos de participación ciudadana.
Prevenir el delito por medio de la vigilancia de barrio por parte de los propios vecinos (la figura del vigilante de barrio, de la que hablaremos más adelante), dispuestos a comunicarse con la policía cuando crean que tienen información relevante. A través de la información comunitaria, con reuniones frecuentes de nuestra policía con los vecinos e incrementando las patrullas a pie, con el objetivo de aumentar el flujo de información de los ciudadanos hacia la policía. Informando a los vecinos sobre prevención y autoprotección, especialmente cuando aparecen riesgos nuevos o se detectan cambios en el modus operandi de los delincuentes. Legitimar a la policía como institución en maneras y procedimientos.
Debemos ocuparnos de las conductas menos graves – de los desórdenes - que tienen un claro ejemplo de llamada para delitos de mayor gravedad. Reclamamos “tolerancia cero” y que se persigan de forma estricta los delitos menores y la degradación del espacio urbano. Estamos muy preocupados por recuperar el control de la calle, más en esta época de envejecimiento de población que nos ha tocado vivir. Se precisa un endurecimiento de las leyes en estos ámbitos.
Somero apunte biblio: 500 terroristas de ETA en la misma prisión, dejaron huella y funcionarios de prisiones abandonaron la ciudad al recibir amenazas sus familiares; reagrupamiento en dicha prisión de pederastas y violadores asesinos irrecuperables (de toda España) para nuevos programas de reinserción (ZP y Mercedes Gallizo); padre mata a sus dos hijos y a su suegra y se suicida de un disparo (2013), preparado para acudir al Juzgado y disparar en la puerta, su mujer no acudió y se evitó una masacre mayor (si cabe); marido mata a martillazos a su mujer y se ahorca (2014); numerosos suicidios; deterioro urbanístico y centro urbano en ruinas y sin vallar (25%); tráfico de drogas internacional: entre los detenidos un docente, también un abogado y un ex concejal del PP (DGGC, verano-otoño de 2014); asaltos a pisos de personas mayores con ellos dentro; tirones con violencia inusitada que provocaron fracturas; narcopisos en barrios con elevado índice de exclusión; casas-burdel de principios de siglo XX; asaltos a comercios e hipermercados con arma blanca y robo de coches a punta de pistola detonadora, atracos a bancos con parecidas armas réplica y en algunos casos con armas reales. Repunte de seguridad a partir de 2015, que se mantiene en el tiempo, por extremado celo de la Guardia Civil de la ciudad y equipos especiales ('Lobos') traídos desde Ciudad Real. 18.600 habitantes, 100 mujeres protegidas con protocolos anti violencia doméstica en 2009, ¿alguien da más?
PS - La alcaldía, en manos del PP, hizo oídos sordos a nuestra propuesta; a cambio, la ex presidenta de dicho partido nos puso una querella criminal en diciembre de 2014 por haber publicado la información recibida de la Dirección General de la Guardia Civil sobre tráfico internacional de cocaína. En febrero de 2016 dicha querella se vino abajo en el acto de conciliación previo a la misma.
