jueves, 1 de marzo de 2018

El que está "desnudo" es el Título VIII de la Constitución Española

Kontuz 
Felipe convencido de que el viejo le está escuchando. ¡Meu fillo! piensa Manolón.

El Estado de las Autonomías aparece con sus ‘vergüenzas’ al aire; ha bastado que un Parlamento autonómico decidiera ‘legislar’ en serio para que los españoles demócratas (un 35% de la población, quizás menos) descubrieran que todo era una estafa: desde el corrupto Pujol, pasando por Ardanza y el de Llodio, verdadera acémila; hasta Chaves y Griñán, ambos en el banquillo; el vendedor de anchoas (y de crecepelo) el tal Revilla; Paje y Bono (sospechoso Pepe); Esperanza Aguirre (próxima parada: Audiencia Nacional) y González (prisión), el de la ‘M30’ y tantos otros que no merece la pena recordar, de hecho, traerlos a colación provoca asco. Todos ellos son cómplices de la gran estafa, el verdadero ‘pacto del capó’, aunque sería más exacto denominarlo ‘pacto del maletero’, por aquello de los maletines cargados de billetes de 500 €. Y qué decir de la ‘sultana’, once años (11) para obtener la licenciatura en derecho, más bien torcido. El título VIII triplicó el número de funcionarios y multiplicó por 17 el de políticos. Ni tan siquiera se suprimió el cargo de gobernador civil, se limitaron a cambiarle el nombre y multiplicarlo por dos: delegados y subdelegados del Gobierno del Estado y delegados y (otra vez) subdelegados de los (falsamente) llamados Gobiernos de las Autonomías. Las Leyes, sus Reglamentos y Directivas, emanan (todas) de Madrid.

La gran descentralización ‘lampedusiana’ para contentar con cargos al PSOE 

El Estado 'transfiere' a las CCAA determinadas ‘competencias’ vacías de contenido; por ejemplo el tamaño del tallo de trigo, a unas comunidades autónomas diseñadas con rotulador de punta gruesa de los ‘chinos’ (de ahí las manchas o borrones como: Murcia, La Rioja, o Cantabria) y define como ‘nacionalidades’ (menuda ventosidad) a las naciones reales que componen el Estado español: Catalunya, Euskadi y Galicia; lo hizo para ver si colaba, que no coló; puestos a elegir ‘cortitos’ podían haber elegido otras regiones que están en la mente de todos. Quedaron especificadas las competencias propias de las Autonomías y del Estado, éstas (las del Estado) fueron llamadas ‘exclusivas’. Pero como ya hemos dicho más arriba, se trataba de una gran ‘descentralización’. A los del PNV, como tenían ‘parientes’ con pistola, se les concedió una autonomía real; o sea, lo del control de la ‘pasta’ del presupuesto euskaldun y el 'cuponazo'. Y al pequeño Pujolet licencia para robar (desde el minuto uno). 

Zapatero pensativo, (todo un esfuerzo mental), éstos me la quieren meter doblada

Pero vayamos a la verdadera ‘estafa’ del título VIII; se enmienda el mismo para satisfacer la necesidad de empleos públicos de los partidos cómplices: PSOE, PNV y CIU y algún que otro partido regionalista de chichinabo, como aquel PAR o el PA. Las competencias ‘exclusivas’ se transfieren a las CCAA, ¿cómor? que diría Chiquito; que no cunda el pánico; se transfiere la Gestión tutelada de esas competencias exclusivas: Sanidad, Educación, Justicia y, en algunos casos, Prisiones y/o Policía Autonómica. 

Las CCAA no pueden legislar sobre nada y si lo intentan: ¡se les aplica el 155!