MLFA
Capitán Marina Mercante
Profesor de Náutica
Buque "Santa Cruz de Tenerife" de la Compañía Trasmediterránea perteneciente a Patrimonio Nacional. |
Ocurrió el 18 de enero de 1983 a las 04:30 horas, tres días antes de mi cumpleaños; la explosión, ensordecedora, provenía del motor de babor, concretamente del ‘barrido’ del mismo, y la onda expansiva fue interior, salvando la más que probable fractura del casco y consiguiente hundimiento instantáneo del buque. Yo era el oficial de navegación; por encima tenía al mejor oficial de Trasmediterránea, Lorenzo Morata, mallorquín, que terminó su carrera como ‘Práctico’ del puerto de Palma de Mallorca. Lorenzo, contra su voluntad, se hizo famoso por ser el capitán del buque de la línea Barcelona-Palma (creo recordar que era el ‘Ciudad de Badajoz’) desde el que se tiró al agua de madrugada F. Pigrau, marido de la famosísima folklórica española Mary Santpere, en el verano de 1987. Yo era profesor de Náutica en Barcelona desde el año anterior. A bordo del “Santa Cruz de Tenerife” viajábamos 500 pasajeros y 125 tripulantes, el buque hacía la ruta Barcelona-Algeciras-Canarias y la explosión se produjo a la altura de Casablanca, de vuelta a la Península; el barco escoró de forma muy peligrosa al parar los dos motores principales. Conseguimos arrancar el MP de estribor y recuperar la estabilidad. Entre los pasajeros; ninguna víctima mortal y numerosas fracturas, casi todos ellos eran personas mayores, éramos una especie de buque-INSERSO para turistas británicos y europeos. Hubo destrozos en el mobiliario y vajilla cuando se produjo el ‘par de vuelco’ que no llegó a culminar. (Cuando veo ‘TITANIC’ recuerdo la caída en cascada de cientos de platos, vasos y copas, también cubiertos de mesa del ‘TENERIFE’). El capitán, Antonio Sintes, de 74 años, un viejo verde obsesionado con ligar pasajeras, era un ‘pirado’ con el que no contábamos para nada. De hecho fue sustituido por otro capitán para el control de la reparación. La mayoría de los capitanes viejos de la Trasmediterránea eran ‘desecho de tienta’ de la Armada española del franquismo. No por ‘republicanos’ sino por ‘ineptos’.
Asumí el control manual del timón con un marinero de absoluta confianza: 28 horas a mano