Palacio de Ajuria Enea, residencia oficial del Lehendakari desde 1980 |
Y consiguen que se les transfiera, a las restantes catorce Comunidades, competencias muy importantes, entre ellas las de Sanidad y Educación, que eran exclusivas del Estado. Llegará un momento, entre 1986 y 1992, que, a excepción de las Prisiones en Catalunya, la Policía en Euskadi y Catalunya, y la Hacienda en Euskadi, todas las Comunidades Autónomas tendrán las mismas competencias o su gestión delegada; ello provoca el malestar de dos de las tres comunidades históricas, Catalunya y Euskadi, que inician un salto cualitativo y empiezan a hablar, ya sin tapujos, de independencia. La delegación pasó a ser de facto una real entrega de competencias a manos de políticos regionales ávidos de poder, dispuestos a legislar, como posesos, acerca del sexo de los ángeles o sobre el crecimiento del tallo de cebada.