MLFA
Ojos dañados, milagrosamente recuperados, que ya no cautivan a las mujeres que el Señor me regaló, ojos serenos de mirada larga que volverán a brillar, estoy convencido de ello.
Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿Por qué me miráis airados? (Gutierre de Cetina)