URAK
Iglesias fuera de encuadre aparece como el caballero de la triste figura
Su primer error táctico fue no acudir a las elecciones municipales y ‘regalar’ al deshecho de tienta político – incluida IU que también lo era – (de miles de pueblos de la España mesetaria) concejales impresentables política y socialmente hablando, elementos y elementas a los que no había por donde coger. A diferencia de ‘Ciudadanos’, que se arriesgó (enseñó al que no sabía y expulsó a cuatro golfos) y les ha ganado la partida. Otrosí; la gente (M. Rajoy dice siempre ‘la gente’) prefiere al atildado Pedro Sánchez a los televisivos espantapájaros de otrora, al constatar que el palo de los líderes de ‘Podemos’ va de astracanada (perdón: astrakanada) y son cainitas, lo propio de desclasados y parias de la política, (recuerden al Guerra y lo poco que duró al mando). A día de hoy ‘Podemos’ ha perdido dos millones de votos; la mayoría, estimada en un 60%, vuelven al PSOE; el resto se los llevan ERC, ‘Bildu’, ‘En Marea’ y ‘Compromis’, claramente distanciados de ‘Podemos’, sobre todo los últimos, los de Mónica Oltra, que terminarán ‘pasándose’ al PSOE más pronto que tarde. ‘Confluentes’ gallegos, valencianos y vascos se niegan a que Pablo y sus cuates se acerquen a sus predios, mucho menos en campañas electorales; han aprendido de Catalunya donde dos pesos pesados, Colau y Domenech, han perdido el 30% de sus votantes de 2015, por presentarse abrazados a Pablo Iglesias, (actualmente capillas).
En Euskadi mejora EH-Bildu, en Catalunya lo hace ERC y en Galicia En Marea
El segundo resultó más burdo; Pablo Iglesias, muy ocupado con su vida afectiva, metió la pata (además del espadón) en cuantas crisis políticas afectaron a su partido, casi todas ellas motivadas por el afán de protagonismo de unos y otros, acendrado este afán o ansia al descubrir que su ‘rey’ estaba desnudo y el argumentario político del ‘one’ se correspondía con el de los socialistas de tiempos periclitados.
Sin Catalunya, Euskadi, Galicia y Valencia, ‘Podemos’ será la cuarta fuerza