MLFA - Técnico Sanitario Grado Avanzado (STCW.C 164 ILO). Tres separaciones matrimoniales, una de ellas traumática para ambas partes (1969-2008).
Me piden que ahonde en la temática de las mujeres divorciadas en España, a las que hicimos referencia a principios de verano; lo hago con gusto ya que se trata de un tema preocupante. Nuestro hábitat social se llena de 'juguetes rotos' que pocas personas se agachan a recoger y mucho menos a recomponer. De pasada incidiré en el 'alcoholismo' del varón como causa traumática del divorcio que 'estigmatiza' a la ex esposa, aunque esta resulte ser 'abstemia', al considerarla responsable de la funesta adicción del esposo. Asimismo; haré abstracción de las situaciones de 'violencia' que, en demasiadas ocasiones, conllevan los divorcios; y mi breve ensayo hará referencia, al igual que el anterior, al segmento de la sociedad que se corresponde con la denominada 'clase media', por ser la que mejor conozco.
No incluyo divorcios entre personas adineradas al no resultar demasiado traumáticos para los cónyuges
Resultaría temerario por mi parte analizar las 'causas' que provocan 'separaciones' y 'divorcios', al pertenecer las mismas al ámbito de la intimidad personal o conyugal; intentaré analizar las 'consecuencias', muchas de ellas sobrevenidas por 'terapias' erróneas, cuando no 'malintencionadas', para obtener pingües beneficios económicos de personas 'vulnerables' por mor de la fractura 'socio-económico-sentimental' que conlleva un divorcio.
Hablo de profesionales que no identifico para evitarme demandas, a la que tan dados son por 'corporativismo'
A efectos de una mejor comprensión los denominaremos 'Terapeutas', sin epíteto alguno que pudiera identificarlos. Parto de la base de que en España las mujeres que se 'separan' o 'divorcian' resultan 'penalizadas'. De todos es sabido que en nuestro país en el que predomina la estructura 'patriarcal', heredera de la iglesia desde siempre y del franquismo persistente, al varón le resulta fácil 'incumplir' las sentencias que podrían dictar los Juzgados de Familia de conocer su retribución 'real'; (este) a menudo cuenta con la complicidad de la propia empresa; esta 'arreglaría' las percepciones del 'divorciado' de tal forma que la 'pensión' a percibir por su ex mujer resulte de inferior cuantía. Me refiero a las décadas comprendidas entre los '70' y la primera de este siglo.
Respecto del patrimonio; el régimen de 'capitulaciones' (separación de bienes) penaliza a ellas; no siempre
En mi caso; las 'Capitulaciones' acordadas por mi profesión de Capitán de la Marina Mercante ante los posibles 'alijos' a bordo propiedad de algún tripulante desconocido, (se le embarga todo al capitán) me han penalizado y de qué manera. Esta situación desapareció en 1986 con mi primera separación. Pero no es este el tema que hoy me preocupa, sino la situación de desamparo 'social' en que quedan la mayoría de mujeres divorciadas de entre 50 y 60 años (las de 35 se vuelven a casar a los pocos meses de la separación). Y me preocupa sobremanera la 'terapia' que reciben de parte de terapeutas 'iluminados' e 'incompetentes' rayanos en la 'irresponsabilidad'.
Diagnostican 'depresiones' en vez de 'melancolías' de diferente intensidad y duración: ¡Depresión=Facturón!
Eso sí; nunca mencionan la expresión clínica "Depresión", sería meterse en un territorio, muy peligroso, que les está vedado; mucho menos aconsejarían medicación antidepresiva, si bien en algunos casos (que nadie reconocerá, obviamente) cuentan con la colaboración de algún galeno amigo que se presta a extender un par de recetas; sea de ansiolíticos o de antidepresivos. Total: ¡No le harán ningún daño a la divorciada! No dicen: ¡Sufres una depresión! y se limitan a expresar a la 'paciente': ¡Te noto 'deprimida'!
Es la paciente la que 'recoge el guante' y dice a sus amigas: ¡Estoy 'pasando' una depresión!
Después de varias 'charlas', más bien 'chácharas', en las que la recién 'divorciada' se desahoga echando 'pestes' del marido, azuzada a ello por su terapeuta, este pasa, sin solución de continuidad, a exponer 'su' tratamiento (que suele ser coincidente entre los terapeutas del ramo); fundamentalmente, por aprender técnicas de 'meditación', así como por la práctica del 'yoga' y de 'pilates', en el caso de las mujeres; y por aprender 'informática' y 'ciencias de la naturaleza' en favor de los hombres, en especial si son 'alcohólicos' y se encuentran en período de rehabilitación. Es obvio que todos estos tratamientos resultan ser 'placebos'. Claro que es mejor 'meditar' que estar 'irascible', y que el yoga es una buena técnica de relajación; también está demostrado que la práctica de pilates tonifica el cuerpo, y, por ende, la mente. Curiosamente; en la mayoría de casos que conozco 'no les han quitado' de fumar, deben considerarlo un mal menor. En la clase media el alcoholismo implica separación o divorcio, haya existido o no violencia de género.
Hablamos, insisto, de 'melancolía intensa', no de 'depresión', que es cosa de 'dendritas', no de 'desamor'
Respecto del 'alcoholismo' quiero hacer algunas aclaraciones; en 1992 tuve que oficiar de 'familiar acompañante' (figura obligada en rehabilitación alcohólica) del hermano de una expareja. Aquella rehabilitación se llevó a cabo en el hospital Clínic de Barcelona; duró un año con dos sesiones semanales de tres horas de duración cada una; resultó muy duro, de hecho, aunque estás de 'acompañante' se te quitan las ganas de beber hasta una birra; menos mal que lo superé, llegando a beber más cerveza que antes. El tratamiento fue un éxito; puedo asegurar que la rehabilitación de alcohólicos es efectiva al 100% en la Sanidad Pública, y el índice de reincidencia es bajísimo. Desconozco los resultados obtenidos en 'Alcohólicos Anónimos' y en las clínicas privadas de rehabilitación de personas con adicciones.
Presento algunas alternativas a estas 'terapias' inanes que resulten de utilidad para las mujeres divorciadas
Es un hecho constatable que la mujer esquiva la soledad, provenga esta de una viudedad o bien de un divorcio; tratará por todos los medios de vivir en pareja, de convivir 'con alguien', es por ello que debería concentrar sus esfuerzos en descubrir 'porqué falló su anterior relación' (salvo en el caso de las viudas, aunque no estaría de mas que también lo hicieran). Si quiere que la nueva relación resulte exitosa.
Supone un ejercicio de retrospección al que no son muy dadas las mujeres; y es por ello que abogo por una terapia diferente de la convencional, y específica para el reconocimiento de errores cometidos en su 'matrimonio para toda la vida'.
Su rechazo a la práctica de sexo es evidente y temprano; no más allá de los 35 años, siendo generoso en mi apreciación, para una pareja que llegó al matrimonio con 25 años y tiene dos hijos. Su admiración por el marido mengua a los pocos años de unión, a lo que hay que añadir su falta de interés por el trabajo que desempeña, algo que intercambian por el desmedido interés en la retribución económica del marido. Es un clásico aquello de ¿Qué va a pasar? a la mínima crisis laboral, y la 'complicidad' es algo desconocido para muchas mujeres.
La 'divorciada' pasa a ser 'estigmatizada' en su ambiente social, en cuanto a verse como un posible 'peligro'
Guste o no a los bienpensantes el mandamiento más incumplido es aquel que dice: ¡No desearás a la mujer de tu prójimo! Si el 'deseo' computara como 'adulterio', viviríamos en continuo y generalizado 'ídem'. Las mujeres lo saben, su fino instinto lo detecta en las reuniones sociales y familiares: ¿Quién no ha deseado a alguna de sus cuñadas? La 'divorciada' pasa a ser una posible 'presa' para los maridos que 'mantienen' intacto su matrimonio. A ello se debe el rechazo sobrevenido hacia la amiga (de toda la vida) divorciada; esta no recibirá invitaciones a cenas y saraos, mucho menos a viajes vacacionales con su 'grupo'.
No solo 'cuñadas' y esposas de amigos (a veces con obsesión); nosotros decíamos: ¡A la prima se la arrima!
Llegados a este punto, nada más lejos de mi intención que se 'malinterpreten' mis apreciaciones; resulta obvio que un menor 'deseo sexual' (el patriarcal 'débito conyugal') se corresponde con un 'deseo' de ser 'admirada' (no diré 'deseada') en su entorno social y laboral, es por ello que 'nuestras' mujeres prestan excesiva y obsesiva atención a su vestimenta y complementos que, curiosamente, desaparece de vuelta en el domicilio conyugal. Y muchos han sido tan necios como para creer que lo hacían 'en nuestro honor'.
Si la mujer 'divorciada' aprendiera de sus 'errores', algo que no contempla, tendría una segunda oportunidad
PS - Emplazo a alguna de mis lectores a enmendarme la plana y realizar un somero análisis acerca de la responsabilidad de los 'maridos' en tantas 'fracturas' matrimoniales como estamos viviendo actualmente. Recordando siempre que las mujeres resultan 'penalizadas' en las separaciones y divorcios. A ellas ofrezco mi solidaridad y comprensión. Deberían hacérselo mirar con inteligencia y deseo de superación, claro que precisan de cierta dosis de humildad y reconocimiento de errores, algo que les cuesta mucho asumir.