MLFA
Pedro Sánchez 'exigirá' el abandono de la corbata a sus ministros (y el abandono del sostén a sus ministras) pero viaja de Moncloa a Torrejón en helicóptero.
Lo que el PP define como una simple 'frivolidad' (a la espera Feijoó de un gobierno de coalición en 2024) no deja de ser una 'imbecilidad', otra más a las que nos tiene acostumbrado este petimetre. Declara que se expropian las corbatas y pañuelos de cuello para ahorrar energía; y eso no es todo, piensa exigir a los funcionarios públicos que 'estrangulen' los pedos para impedir su expansión a la atmósfera. Idéntica medida restrictiva podría dictarse acerca del uso de bragas y calzoncillos, así como calcetines y zapatos de piel sin rejilla de ventilación; y, ya puestos, servidor recomendaría cierto grado de desnudez de tal manera que, al 'ir más frescos', necesitaríamos menos aire acondicionado en viviendas y en los centros de trabajo. Y ya de paso fomentaríamos el 'fornicio', que buena falta nos hace para liberar tensiones y controlar mejor la irascibilidad. Claro que tenemos a la industria textil en pie de guerra; nos bastará con camisetas y shorts de Primark (que es una empresa irlandesa) y unas chanclas de dedo. En invierno gruesos chándal de algodón egipcio (31 € en El Corte Inglés).
Tras la 'desaparición' del Guerra creíamos finiquitadas las idioteces en las más altas magistraturas: ¡Pues no!
Tengo la impresión de que Pedro Sánchez se considera ya un 'outsider' y sigue la estela de Pablo Iglesias y Albert Rivera; aprovechará el año y medio que le queda en el convento para cagarse dentro. Su preocupación pasa por ensanchar su círculo de amistades judiciales y políticas, también empresariales (aunque estas últimas no le preocupan tanto), y se dispone a 'vivaquear' fuera de Ferraz, posiblemente en el Consejo de Estado (en calidad de ex presidente del Gobierno de España) con un sueldo de 19.000 € mensuales agazapado en el 'dolce fare niente'; no ignoramos que el tipo es un pelín vago, dado a la cháchara insustancial y poco más. (Es decir, resulta adecuado para calentar sillón en ese Consejo de Estado inane).
Es el hombre 'entre todas las mujeres' que, por cierto, no lo aman, solo lo adulan, mientras siga de presidente
Alberto Garzón; el ciudadano ministro comunista, alegrando el cuerpo con jamón y cerveza, desaconsejada dicha ingesta por él mismo. ¡Necio! Móvil en mano, como los paletos, dando la impresión de que le llamará Putin (o Cayo Lara de Argamasilla) de un momento a otro. Foto de mala calidad.
No existe buen rollito entre Pedrolo y la Calviño, (esta) más de derechas que Cuca Gamarra; tampoco con la Robles (si las miradas matasen, Pedro ya estaría muerto), no lo aprecia la Ribera, que manifiesta su falta de empatía con él y resto de ministros desde primera hora de la mañana; hasta Adriana Lastra, otra víctima de extrañas enfermedades que asolan a mujeres con cargo político de relumbrón en nuestro país. Y no sigo; Sánchez es consciente del significado de la soledad del corredor de fondo, si bien es cierto que, en su supina inconsciencia, se toma su situación a título de inventario y nos entretiene con sus 'ocurrencias'. Las ministras de 'Podemos' resultan irrelevantes; el ciudadano comunista Garzón quiere prohibir la ingesta de carne (sacrificar a las vacas pedorras) y el vino en las comidas y fuera de ellas. Las 'Chicas del Falcon' abogan por el 'desvestir' de las mujeres, defienden la 'estética' personal; "si deciden ir medio desnudas por la calle están en su derecho". Pues vale. Pero ¿Y los hombres? ¡Ni hablar! Mostrar la 'pelusa de la pelvis' sería calificado por fiscalía como delito de 'exhibicionismo'. Se consiente 'marcar paquete' a los miembros del colectivo LGTBQ+ durante el 'Orgullo'.
Pedro; sigue ahí hasta que subas las pensiones el 6,5% y el SMI a 1.050 €, luego recuerda la coz a Churchill