Me piden una opinión a correcuita antes de la comparecencia del president Torra hoy a mediodía; por de pronto los diarios catalanes (los de ámbito nacional no son nada relevantes) se han visto obligados a cambiar sus portadas a medianoche, con las modernas rotativas en caliente. Comenzaré recordando algo que vengo en repetir desde 2017; el principal responsable de la situación actual es Oriol Junqueras - que en su condición de preso político está en mi corazón y seguirá ahí - y lo es desde el momento en que 'le metió las cabras en el corral' al president Puigdemont la (aciaga) noche en que impidió que éste convocara elecciones amenazandolo con dimitir del cargo de vicepresident que ostentaba. Oriol nunca pensó que aquella jugada política, para hacerse con el liderazgo del independentismo, le llevaría a la cárcel.
Puigdemont se la envainó pero dispuso su marcha a Bruselas y al estrellato político en Europa
ERC nunca fue de fiar; todos conocen mi opinión al respecto; como profesor de la Generalitat de Catalunya entre 1986 y 2004, y como miembro de la Comisión de Pesca de la 'Consellería de Agricultura, Ramadería y Pesca' ante la UE. Todos mis contactos con la gente de ERC fueron desabridos y conducentes a callejones sin salida; la pesca - sector muy importante en Catalunya - no les interesaba 'gens ni mica'. Realmente no les interesaba aquello que no fuera conseguir cargos institucionales para personajillos de tres al cuarto, sin formación alguna.
Hoy el nivel es superior; si bien es cierto que no son estrellas rutilantes como políticos
El discurso de ayer de Oriol Junqueras no lo habría suscrito Nelson Mandela: falta de liderazgo. |
A excepción, claro está de Oriol Junqueras, Raúl Romeva (que procede de filas comunistas, muy viajado), y Marta Rovira (abogado pasante que medró gracias a sus 'relaciones'), hoy en el exilio, lo que demuestra que es inteligente.
Entiendo que a mediodía Quim Torra tranquilizará a los catalanes asegurando que dará prioridad a los Presupuestos; se reunirá con Sánchez para afearle sus 'barbaridades' en la pasada campaña, insinuarle que no está a la altura de un president de la Generalitat (que no sea Pujolet) y recordarle que el Barça Club de Basket no lo habría contratado en su anterior profesión de baloncestista.
Convocatoria de elecciones catalanas en marzo, con Puigdemont en la cresta de la ola