domingo, 25 de noviembre de 2018

La libertad de expresión está "controlada" por jueces y magistrados

Luz de Gas 
Magistrado de Instrucción

Luz de Gas esperando acceder al CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Tarifa. 

La ciudadanía española del común permanece ‘pasmada’, diría que ‘asustada’, desde que ha descubierto que los partidos políticos – llamados ‘grandes’ – manipulaban a la cúpula del poder judicial; la ministra-fiscala ‘aplaudiendo’ entre chupitos que se utilicen putas para espiar a políticos; la mayoría política del Senado ‘consolando’ a los suyos al declarar públicamente que controlan el Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, que no tengan miedo sus senadores; a través de un whasapp corporativo. Ahora se enteran los ciudadanos de la impunidad con que los políticos del PP y del PSOE se ‘manejaban' al atentar contra la libertad de expresión; algo habitual en las tres Administraciones: Local, Regional y Estatal. Esos políticos, desde la más humilde concejalía de un pueblo pequeño, sabían que podían atentar impunemente contra la libertad de expresión y contra los derechos humanos. Al final del periplo judicial alguien de la cúpula les cubriría sus vergüenzas. 

Es fácil de entender la importancia que revisten los  aforamientos políticos

A pesar de las presiones que estamos recibiendo para que nos apartemos del foro mediático, por parte de la familia de MLFA y de los propios abogados; vamos a seguir denunciando las irregularidades que se están produciendo en el procedimiento judicial que se sigue contra “Azuer Digital” y contra su editor. Es obvio que estamos preparados para cualquier escenario judicial, por inesperado e injusto que se presente ante nosotros. Y consideramos una obligación moral, prácticamente un compromiso, advertir a esos miles de lectores que visitan nuestro blog privado del riesgo, que existe en nuestro país, de gravísimos ataques a la libertad de expresión, en definitiva, asaltos a la democracia ‘debilitada’ por el PP, con la complicidad del PSOE felipista, sin liquidar todavía por dos presidentes pusilánimes: Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, alias ‘Falconeti’ (por el uso del Falcon, el mote se lo puso un guardia civil del grupo de escoltas). Sin olvidar al CGPJ, pal de paller de la estructura judicial que hoy se tambalea a luces vista. 

Si denunciamos políticos también lo haremos con jueces, no tenemos miedo 

Euskadi, Nafarroa, Aragón, Catalunya, Baleares, Valencia y Andalucía (1968-2018)

Los jueces no tienen ‘patente de corso’, no pueden hacer todo el daño que quieran; los justiciables dispondrán siempre de instancias superiores a quienes acudir en demanda de amparo, dentro o fuera de nuestro país. ¿Por qué podemos criticar a parlamentarios y ministros, a concejales y alcaldes; y a los jueces no? la respuesta es muy simple: son ellos quienes tienen 'controlada' la libertad de expresión; se valen de interpretaciones torticeras de los delitos de calumnias e injurias; de ese bodrio legal conocido como delito de odio, especie de olla podrida donde todo lo opinable tiene cabida; o el delito contra los sentimientos religiosos, ¿cómo se puede calificar como delito un sentimiento?

Y lo más grave; no tienen tiempo para estudiar las apelaciones: ¿de verdad? ¿muchos cafelitos?

No quiero finalizar este breve suelto; no puedo entrar en otro tipo de digresiones, como es obvio, sin recordar, en el aniversario de boda del editor, nuestro agradecimiento a sus dos abogados de Ciudad Real a quienes no cito públicamente, como me gustaría, al ser esa ciudad la sede de las Órdenes Militares; mis únicos caballos son los del Mini Cooper que acabo de estrenar. 

Satisfacción por el colapso acontecido en la cúpula judicial de España ¿renovación?