La Línea de la Concepción (Cádiz) vive en vilo por las consecuencias que puede ocasionar el Brexit para la ciudad. En la actualidad son 13.000 los trabajadores españoles que cruzan diariamente la Verja y el gran temor reside en la posibilidad de que el cierre de la frontera ocasiones la pérdida de puestos de trabajo en una zona especialmente castigada por el desempleo. La reciente visita del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, no ha satisfecho a los alcaldes de la comarca gaditana y el regidor de La Línea, Juan Franco (La Línea 100x100) advierte de que no se quedará cruzado de brazos ante la posibilidad de que se produzca el cierre continuado de la Verja, algo que sucedió por última vez hace casi cinco décadas.
"Las consecuencias del Brexit son reales y ciertas para este municipio. No nos vamos a quedar quietos ni esperando que nos venga un tsunami de veinte metros: haremos lo que tengamos que hacer. Quizá pasemos a la historia como el grupo al que ningunearon o que no supo gestionar esto, pero no como los que fueron cómplices de otro 1969. Lucharemos hasta el final. No lo voy a permitir ni tolerar. Será sobre mi cadáver", ha dicho el alcalde.
Solicitud de gestiones
Franco ha solicitado al Ministerio de Asuntos Exteriores información de todas las gestiones que el Gobierno de España ha efectuado respecto del Brexit relacionadas con Gibraltar, desde el 12 de junio de 2016, fecha en la que se celebró una comisión interministerial a la que asistió, junto a la Junta de Andalucía y la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar.
El alcalde alude a un estudio de la Cátedra de Derecho Público Internacional de la Universidad de Cádiz, que describe la situación única de la localidad por varios motivos: es el único municipio europeo que linda con un territorio pendiente de descolonización en el marco de lo previsto por la ONU y es el único municipio español lindante con la única reclamación territorial activa de España y objeto de controversia histórica entre dos Estados.
También es el único que desde el primer día sufrió las consecuencias del anuncio de la salida de la Unión Europea del Reino Unido, por problemas en el paso fronterizo y el desplome de la libra, el único municipio europeo que linda con un aeropuerto militar de otro Estado con el que no hay coordinación a pesar del alto riesgo militar y civil de la población, y el único que padece una diferencia "abismal" de renta per cápita con su vecino.
La posición del Gobierno de Gibraltar
El alcalde de La Línea es el que hasta ahora ha expresado con mayor claridad la sensación que ha dejado el ministro, al que principalmente se le valora su cambio de talante con respecto a su predecesor, José Manuel García-Margallo. Las buenas palabras de Dastis no han tranquilizado a los alcaldes de la zona, que no terminaron de creerse cuando Margallo comentó hace algunos meses la posibilidad de imponer una fiscalidad especial al Campo de Gibraltar para paliar los efectos del Brexit.
El Gobierno de Gibraltar, que está a la espera de acontecimientos, está haciendo una labor importante en el Reino Unido para concienciar a los partidos políticos de los problemas del Brexit y ha hecho hincapié en que se habla mucho de la frontera de Irlanda del Norte y poco de su caso.
Actualmente, Gibraltar maneja su ordenamiento de la inmigración y puede mantener la posibilidad de dar permisos de trabajo a ciudadanos europeos. Su postura es la de no poner obstáculos a que acudan allí a trabajar personas de España, pero el funcionamiento de su economía depende de la fluidez de la frontera, que no es de libre tránsito al no estar ahora en la Unión Aduanera de la Unión Europea.
El drama de los trabajadores
Por su parte, Juan José Uceda, portavoz de la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar, muestra su apoyo a la postura crítica del alcalde linense al considerar que "la situación se ve con angustia". "El Brexit es una nube muy negra y no sabemos si descargará una gran tormenta. No podemos consentir que en Madrid nos tengan ninguneados porque, desgraciadamente, somos los primeros en paro y marginación de toda España", apunta.
En las recientes conversaciones con el ministro Dastis, el colectivo de trabajadores denunció algunas situaciones sangrantes. "Cuando un trabajador español enferma en Gibraltar y necesita una baja de larga duración, sólo cobra el equivalente al primer mes. Viendo eso, nosotros le decimos a los trabajadores en esa situación que pidan el despido porque así estarán cobrando el desempleo como si fuera una baja por enfermedad, aunque con el miedo de que no los vayan a contratar después. Además, pagan una doble imposición de impuestos tanto en Gibraltar como en España", denuncia Uceda.