MLFA
Ómicrom, esta especie de sarampión asesino del siglo XXI, ha venido a decirnos que el coronavirus era imbatible; que sus derrotas de 2002 en Asia y 2012 en Arabia le habían servido para cambiar de estrategia y resultar vencedor en 2020. No podemos cantar victoria, aún no, a pesar de los buenos resultados obtenidos por un servidor y otras muchas personas responsables hasta el momento actual. No hemos sido cigarras altaneras como los deportistas de élite; estos no han dejado de asistir a fiestas y saraos de muy alto nivel (esta mierda de 'gripazo' no iba con ellos, por lo visto). Como ellos otros muchos; estamos a la espera de que el payaso bailarín, (remedo del Iceta ministro), Boris Johnson, presente su dimisión de un momento a otro. Lo del fogoso premier británico no tiene un pase.
Hemos sido hormiguitas cuidadosas y hacendosas y sabido protegernos del virus que llegó del extremo Oriente