MLFA
Pedro Sánchez 'compra' a la díscola Isabel Rodríguez para callar al bocazas de García Page, Sánchez no entiende de dignidad.
Isabel Rodríguez, cuya única experiencia política se ha centrado en CLM, especialmente en Ciudad Real en cargos de escasa relevancia política, y que medró en esa deprimida provincia gracias a Barreda, entre 2008 y 2011, aquel que se hizo famoso por su flota de 'Audis' semiblindados cuyas tapicerías eran alimento de los ratones ¿lo recuerdan? Barreda y su equipo dispusieron de 22 vehículos de alta gama. El preferido del presidente de CLM era un audi blindado que costó 400.000 € y produjo tal reacción en el resto de España que este se vio obligado a esconderlo en un almacén sucio y herrumbroso con el contador fijo en 55.000 kilómetros. Isabel Rodríguez, el paradigma de listilla pizpireta en política local, defendió la candidatura de Susana Díaz en las primarias que enfrentaron a la 'supermarujona' con Pedro Sánchez. Hoy la pizpireta de Puertollano, alcaldesa durante la pandemia (desde 2019), intentará ocultar el desastre que supuso su gestión de la pandemia en esa ciudad; fueron los empresarios quienes se enfrentaron a la nueva ministra ante la gravedad de la infección comunitaria. La ciudadanía de CLM es sumisa y adocenada, tragan carros y carretas siempre que no fallen las subvenciones, Isabel era una alcaldesa del PSOE, y ello supone garantía de 'subvenciones' millonarias. Respecto de la gravísima pandemia descontrolada en Puertollano, los vecinos decían: ¡Convendrá...!
Conocí a Isabel Rodríguez en 2007, una jovencita socialista manchega, insustancial y muy mona, de una belleza sin chispa, neutra, como corresponde a aquella región, de tonos grises, como el cielo 'panza de burro' de Puertollano, pueblo minero que cayó en la ruina más absoluta; hoy vivaquea por cuenta de la refinería de REPSOL y de las subvenciones que recibe de la Diputación de Ciudad Real y de la Junta de CLM, o sea, del resto de España, que es la fuente que mana sin cesar para mantener con vida a CLM y Extremadura. ¡Ciudad Real nos roba!