MLFA
¿Por qué nadie menciona al Vaticano en los informes COVID? ¿No entró el virus? Este Estado está en quiebra y ha quedado postergado.
Las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia han quedado relegadas a un tercer o cuarto plano con carácter definitivo. ¿Quién va a creer en un 'buen Dios' que se ha cebado con los ancianos permitiendo su aniquilamiento por el 'SARS-CoV-2' en medio de crueles agonías? A partir de ahora pierden interés los sepelios convencionales; estos pasarán a ser 'despedidas fúnebres' más discretas, y, por ende, mucho menos onerosas para la familia del difunto. Se habla ya de reducir a la mitad los gastos de sepelio, trátese de incineraciones o enterramientos. La sociedad en general, y el segmento joven en particular, han 'demonizado' a sus mayores. En adelante; el 'alejamiento', yo diría 'extrañamiento', de los viejos será superior al existente, de hecho ya estamos viendo como muchos abuelos han pasado a ser empleados del hogar por horas; acompañan a los nietos al colegio y cuidan de ellos en ausencia de los padres. De nuevo volvemos a tener ventaja quienes mantenemos nuestro aislamiento con absoluta dignidad; muchos congéneres comienzan a envidiar nuestra 'soledad', 'sonora', por cierto, al incluir equipos de música de calidad y colecciones de discos de música clásica, ópera, jazz y otros géneros musicales; amen de la libertad de disponer de televisores de calidad y 'poseer' el mando a distancia de los mismos. Nadie nos dice que nuestro ordenador ocupa demasiado espacio. Que no se me olvide preguntar por las víctimas 'Covid' en el seno del Sacro Colegio Cardenalicio (ancianizado); así como por la presencia del virus en Castelgandolfo y resto de residencias de obispos y toda la patulea de congregaciones. Es probable que las residencias geriátricas del clero, sus conventos y monasterios estén mejor dotados sanitariamente que las homólogas del común de los mortales. Ahora va a resultar que ¡Dios existe! y cuida de los suyos, ¡suyos de Él, claro! Cuando recopile estos datos los publicaré para general conocimiento. La pregunta (terrorífica) llegará de un momento a otro: ¡Cariño! ¿Por qué no nos llevan a cenar con ellos un sábado? ¿Tan impresentables somos? ¡Nosotros podemos pagar nuestro cubierto, incluso el de ellos! ¡Menuda mierda de estructura familiar! (esto último es de cosecha propia). Ítem más; se reducirán los dispendios correspondientes a bautismos, comuniones y bodas, no habrá alardes del tipo 400 invitados, desaparecen los cubiertos de 90 € a 120 € y los comistrajos y bebidas de ínfima calidad; a nadie que no sea de la propia familia y allegados le interesarán esos eventos. Prepárense los restauradores y los fotógrafos-atracadores. Podemos asegurar aquello de que ¡La fiesta ha terminado! y la austeridad, revestida ya de dignidad, se impondrá en la 'Nueva Sociedad' posterior a la pandemia. Aquello de la 'Nueva normalidad' y de la 'Vuelta a la normalidad' no dejaban de ser imbecilidades propias de un necio como Pedro Sánchez.
De vuelta en casa los progenitores el abuelo no permanece ni un minuto más en la vivienda