Viajero universal
La mayoría de países obligan a los tripulantes a una cuarentena que les impide salir del barco. |
Amen del pasaporte en vigor, renovable por períodos que varían según los diferentes países, los viajeros del siglo XX venían obligados a portar certificados de vacunación exigibles en todo el mundo en función de las enfermedades que prevalecían según épocas y localizaciones geográficas. Los marinos y aviadores, además, llevaban consigo 'libretas' en las cuales constaban sus datos personales, académicos y profesionales, fotografía y huellas dactilares como las de los pasaportes. En el caso de los mandos; las titulaciones se exponían públicamente a bordo, en 'tablones' blindados, para general conocimiento de tripulantes y pasajeros. Hemos de decir, en honor a la verdad, que oficiales y tripulantes de buques mercantes españoles, italianos, griegos, liberianos y panameños no se caracterizaban, precisamente, por el debido aseo y atuendo personal, más propios de 'corsarios' desarrapados que de responsables de vidas y mercaderías de valor incalculable. Se mezclaban el orden y los efluvios olorosos; primaba el 'orden'. Era igual en todo el mundo: Pasaporte, Libreta de Navegación, y Libro de vacunaciones; los tres en vigor, obviamente.
El aseo adecuado y vestimenta más o menos digna reaparecían antes de llegar a puerto