Caminaba Julio César hacia la muerte aquella mañana en que se celebraban los ‘idus de marzo’; al encontrarse con el vidente que había augurado la tragedia se acercó a él y le dijo, empleando un tono jovial: ¡Que los idus de marzo ya han llegado! el hombre, con el rostro demudado por el terror respondió: ¡Sí, pero aún no han acabado! El pasado mes de marzo Europa contempló con displicencia la epidemia de coronavirus en China y recordó la frase de M. Rajoy: ¡Muchos chinos en China! ya se encargarían ellos de dar buena cuenta del virus; así había sido con el SARS en 2002; al igual que los árabes: ¡Muchos árabes en Arabia! que se ocuparon del MERS en 2012. Ellos; chinos y moros pusieron los muertos, nosotros preparamos vacunas que no llegamos a utilizar. Como el ‘lobo’ no vino; pues nos echamos a dormir y comenzaron los drásticos recortes en sanidad y en educación; también en ‘I+D’ (Investigación y Desarrollo) y nuestros mejores científicos emigraron a otros países. El desguace del ‘sistema’ lo comenzó aquel bobo que atendía por ‘ZP’ y lo culminó el sobrecogedor M. Rajoy. Los muertos 2020 son nuestros.
En mis viajes a Centroamérica; o pisabas insectos o tomabas un taxi, hoy aquí son virus