"Siglo XX, cambalache, problemático y febril. El que no llora no mama, y el que no afana es un gil". (Discépolo). El siglo XXI promete más de lo mismo; quizás agravado
Frente a los 'optimistas' del 'ya pasó todo' y del 'hemos vuelto a la normalidad' nos oponemos los 'pragmáticos'. En primer lugar vamos a la fotografía que preside este suelto; la guerra civil española fue el prolegómeno de la segunda guerra mundial, y la invasión de Ucraïna por parte de Rusia, países hermanos que comparten idioma, cultura y religión; naciones populosas que han formado parte una de la otra, podría ser el antecedente de una conflagración a escala mundial. Nuestra guerra civil constituyó un ensayo que sirvió a ambos ejes en contienda. La nueva serie de super-portaviones 'FORD' (de los que informamos hace varios días) se está desplegando en Europa con el 'USS G. R. Ford' y en el Sudeste Asiático con el 'J.F. Kennedy', y el 'escudo antimisiles', reformado con las últimas tecnologías, ya cubre el 80% de países occidentales, incluida España. La serie Ford es imbatible; son cuatro portaviones nucleares con tripulación de 4.200 hombres y mujeres, de los cuales 2.800 son 'marines', (cada uno de ellos). El Capitán dispone de un despacho para las órdenes, además del puente de mando; y de un apartamento completo, con cocina incluida. Portan armas nucleares, obviamente. Amén de 75 aviones de última generación (despegue y aterrizaje con ayuda electromagnética) y un sinfín de helicópteros, aviones nodriza y numerosos artefactos náuticos: lanchas rápidas y patrulleras de salvamento. Su escolta se compone de 20 buques, incluidos modernos destructores.
Resulta obvio que 'no hemos vuelto a la normalidad', lo cual es positivo porque nos obliga a 'reprogramarnos'
(El PC central, en manos del técnico, no consigue descargar fotografías ni otro tipo de archivos, por ahora)
Acepto el riesgo de parecer 'catastrofista', solamente les pido que mis reflexiones se analicen con objetividad y realismo, así como que los lectores contrasten consigo mismo, y con todos sus familiares y amigos, aquello que pueda haber de cierto en mis planteamientos, realizados con ánimo constructivo.
Comenzaré por los servicios básicos y finalizaré mi exposición con el sector del ocio, muy vinculado, obviamente, al sector del turismo; que nos asfixia y destroza muchas de nuestras infraestructuras, viarias y habitacionales.
La post-pandemia resulta ser muy ilustrativa respecto de nuestra deteriorada condición de ciudadanos
La Sanidad ha colapsado; los centros de salud o ambulatorios se han convertido en un territorio 'hostil' para los pacientes, ha cambiado radicalmente el trato que médicos y enfermeros dispensan a los mismos, hasta el punto de que se ha incrementado la 'violencia' contra los sanitarios por parte de algunos usuarios, y hoy es habitual la presencia de agentes de seguridad en dichos centros. Los teléfonos de esos centros casi nunca son atendidos, de hecho, en muchos de ellos los auriculares se encuentran 'descolgados'. Las consultas telefónicas, ese nuevo invento que permanece tras la pandemia, obligan al paciente a mantenerse pegado a su teléfono móvil un determinado día durante varias horas; la llamada le llega en el puesto de trabajo, conduciendo su automóvil o en la misma ducha, le pilla descolocado y con dificultad, (muchos ciudadanos, hombres y mujeres), para expresarte debidamente. A veces no se respeta la horquilla telefónica asignada, el médico llama fuera del horario concertado para la misma, como si fuera el cartero que, en ocasiones, pulsa el timbre mientras el 'paciente' se encuentra 'pacientemente' ocupado con sus 'necesidades' fisiológicas. El cartero siempre llama dos veces, el médico solamente una y el paciente no puede 'devolver' la llamada a su médico, algo totalmente absurdo y frustrante. Por último; cuando accedes a una consulta hospitalaria observas el 'nerviosismo' del especialista y la cara ceñuda de la enfermera, ambos te presionan gestualmente para que te expreses con brevedad y concisión, y te largues cuanto antes. Cuando no te encuentras a la médico especialista de cháchara con 'su' MIR, y permaneces con cara de bobo sin saber qué decir. En las consultas de especialidades no hay 'empatía' médico-paciente; últimamente lo habitual es la indiferencia con retazos de antipatía. Actualmente; las personas de clase media-alta no utilizan los servicios de la Sanidad pública. Ya no funciona aquel dicho de antaño: "La Sanidad pública es la que tiene los mejores medios y el personal más experto". Para nada, sin menospreciar a los grandes profesionales de la Sanidad Pública, se trata de un problema político, no de los profesionales, estos son afectados y, de rebote, 'afectan' a los 'usuarios-pacientes'.
Soy hijo, nieto y biznieto de médicos; dos hermanos son médicos: Jefe de Servicio de Nefrología uno de ellos, la otra es Jefe de Servicio de Hematología y miembro de la Real Academia de Medicina; dos de mis cuñados son médicos. Yo soy Técnico Sanitario de Grado Avanzado en la UE. (Varios tripulantes heridos de bala, enfermos de lepra tuberculoide, y comas renales, glucémicos y hepáticos, así como apendicitis gangrenosa, la de un servidor de ustedes; rescatados por medio de helicópteros y atendidos en diferentes países. Conozco pues, la Sanidad de varios países occidentales; la española no se encuentra hoy en día al nivel de esos países. Los responsables políticos son M. Rajoy por sus 'recortes' draconianos, y Pedro Sánchez por sus 'bajadas' de impuestos. Obviamente he sido admirador de la Sanidad española, pública y privada, a lo largo de mi vida; actualmente me siento desolado, por eso agradezco que me hayan permitido solicitar la eutanasia en mi Testamento Vital, a criterio de los propios médicos que me atiendan al final. No quiero que gestionen mi 'agonía' médicos mal pagados y desmotivados en hospitales colapsados. Me conformo con haber cumplido 75 años con salud y en plena lucidez mental.
Vamos a un sistema estilo 'beneficencia', de vuelta a las antiguas 'igualas' con tu médico (60 pts. trimestre)
(La versión moderna son las actuales pólizas de seguros médicos, salen por unos 120 € al mes las básicas)
Pedro Sánchez es el abanderado de la 'vuelta a la normalidad', nada más lejos de la realidad; asistimos a la creación de una 'nueva sociedad'; ello presenta dificultades, como todo lo 'nuevo'. Me permito hacer un simple esbozo acerca de la situación 'real' de los ciudadanos al inicio de la tercera década de este siglo XXI tan problemático y febril como lo fue el inicio del siglo XX, y que nos deparó las siguientes calamidades: Dos guerras mundiales; una pandemia, la de la gripe española; la guerra de Yom Kippur; la de Vietnam; la de Corea; la guerra salvaje de los Balcanes; las dos guerras del Golfo Pérsico, la de Irán contra Irak y la de EEUU y sus aliados contra Irak; y las de Siria y Libia, ya entrado el siglo XXI. Hago abstracción de las gravísimas crisis sociales y económicas que asolaron al mundo, así como de la fallida 'descolonización' del continente africano. ¿Esta es la 'normalidad' a la que Sánchez anuncia ufano que hemos vuelto? ¿A la de un siglo XX de matanzas, enfermedades epidémicas (ébola, fiebre del Nilo, tuberculosis, y otras), y gravísimas crisis económicas y sociales? He participado en las zonas de guerra de Yom Kippur, Vietnam, Golfo Pérsico, y en los Balcanes; nunca olvidaré la guerra de independencia del Congo ni a su líder Patricio Lumumba, a quien no llegué a conocer, asesinado por Mobutu, un salvaje a quien conocí en el Hotel Metropole de Matadi en 1969.
Al inicio de la 3ª década del siglo XXI la pandemia de Coronavirus y la guerra de Ucraïna anuncian el 'cambio'
Durante la crisis económica de 2007 (estallido de la burbuja inmobiliaria) se nos dijo que 'vivíamos por encima de nuestras posibilidades', ello debido; mantenían los 'gurús' de las televisoras, a los bajos precios y a las facilidades crediticias. Como todo el mundo bien informado sabe, la crisis de 2007 (2005-2012) fue muy parecida a la de 1929; de igual forma que la 'Covid-19' de 2020 (2020-2022) resultó ser muy parecida a la 'Gripe Española' (también llamada 'Soldado de Nápoles') de 1918 (1918-1920), ambas con la categoría de pandemia.
La ciudadanía pone en valor su 'comunidad', la 'familia', la 'salud' y el 'trabajo'; aparece el 'teletrabajo'
El funcionariado 'sanitario' es consciente de que ha puesto en riesgo su vida por 'cuatro perras'; son conscientes de que cobran menos que un 'comercial' de bebidas alcohólicas; eso sin ignorar que delincuentes fiscales 'patea balones' están recibiendo ofertas de 300 millones de euros-año, y me viene a la cabeza el último dato: el entrenador (oficio que requiere un gran esfuerzo intelectual) Pep Guardiola cobra 30 millones de libras al año más otros emolumentos elevadísimos. Sin olvidar a Rafa Nadal, el 'chico humilde' del tenis, y su casoplón (dos edificios comunicados) en el acantilado en Porto Cristo, que causará impacto en el mundo de los 'mega millonarios'. Su yate, otra muestra de su extrema humildad (al decir de los periodistas lameculos que le rodean), ha costado 6 millones de euros (1.000 millones de las antiguas pesetas). Hablan de 'humildad' porque el muchacho de la media sonrisa torva podría haberse comprado uno de 60 millones.
Que lo disfruten; esto se va a terminar, la gente culta les dará la espalda y los paletos no podrán pagarles
Reitero mi apreciación; aparece una 'nueva sociedad', más responsable en general, los jóvenes no podrán acceder a una vivienda de propiedad; sus salarios son una mierda, pero se corresponden con su escasa productividad, por falta de formación y ausencia de voluntad y esfuerzo, durante las últimas tres décadas. Sólo los jóvenes bien formados, los mejores, accederán a puestos determinantes en esta nueva sociedad y conseguirán buenos salarios y vivienda en propiedad. El resto, insisto en ello, sin proyecto de futuro, constituirán el moderno 'lumpen-proletariat', algunos, incluso, ostentarán la categoría de parados de larga duración desde los 35 años.
Profesorado displicente, con tejanos y deportivas, y 'nuevas' universidades 'expendedoras' de titulaciones
La ciudadanía exigirá mayor y mejor atención por parte de los funcionarios de las tres administraciones: municipal, regional y estatal; se reducirá el nepotismo, y se exigirá mayor 'seguridad' por parte de los cuerpos policiales; ya que es evidente que se producirá un aumento de la delincuencia. Gente descontenta, insegura y frustrada, sin acceso a Sanidad y Educación de calidad, gobernada por políticos de aluvión.
La hostelería y el ocio nocturno, también los hoteles, verán reducida su facturación: ¡Se acabó la fiesta!
(Pasaremos del ¡Viva la Virgen! a una existencia sosegada, selectiva y exigente: ¡Al fin elegiremos!
El miedo a una tercera guerra mundial, así como a nuevas pandemias, nos llevará a estar mejor informados y más 'protegidos'. Empresas al estilo mafia, como las que se ocupan de la 'desokupación', florecerán como las amapolas; de vida corta, pero unas sucediéndose a las otras, y contarán con apoyo ciudadano. El nuevo 'Sodoma y Gomorra' llegará en forma de partidos de ultraderecha, la democracia actual ha colapsado en Occidente, y en Oriente ni tan siquiera ha existido. Se devolverán al 'paro' a docenas de alcaldes y cientos de concejales socialistas (los más) y 'peperos' de la España profunda; verdaderos sátrapas que han mantenido a CLM, Andalucía y Extremadura en el subdesarrollo y a sus habitantes en la ignorancia, y a sus hijos sin proyecto de vida a futuro en sus pueblos y ciudades. En el 2030 habrá coches eléctricos y los actuales políticos serán 'electrificados'. Declaraciones reiterativas del viejo Xavier Trías de Convergencia, escondiendo las manos temblorosas (posible principio de Parkinson, ojalá me equivoque) a las cámaras esta misma mañana: "Yo me presento para ser alcalde de Barcelona, si no lo consigo me vuelvo a casa con mi familia" (TV3, Els Matins). El anciano Trías, paradigma de político español de antes de la pandemia; ya fue alcalde, pero esta vez no lo será. (Lo del temblor de las manos, dicho sea con todo el respeto por mi parte, ha llamado poderosamente la atención a los telespectadores; y a la entrevistadora, esta no sabía adonde mirar). He recibido varios correos al respecto; Trías no será alcalde a sus 77 años, tampoco Maragall a sus 80 tacos; ¿qué coño se han creído? Tampoco serán presidentes Joe Biden y Donald Trump; no después de la pandemia. Somos menos idiotas que antes de 2022.
Por cierto; ningún miedo de 'Chichipín', necesita vendernos bragas (3 por 1€ en los mercadillos españoles)
(El chino se conforma con seguir produciendo y vendiendo; como socios suyos los de la antigua URSS)