lunes, 24 de mayo de 2021

El Aragonés i García no da la talla como "molt honorable president"

 MLFA

La expèriencia me dice que los 'cocinillas' no son dados a la lectura ni al cultivo de la mente; son individuos 'apolíticos' y sectarios.

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Los 'cocinillas', al igual que los 'futboleros', son personas con muy escaso bagaje cultural, sus grandes 'debates' y sus conversaciones giran, habitualmente, sobre sus aficiones, sean estas gastronómicas o deportivas. En el caso del cocinero sobrevenido; al lado, justo al lado, tiene a la parienta, esta se limita a fregar los útiles empleados por el 'cocinillas', al tiempo que le abastece de los productos precisos para la condimentación mientras parlotea como una cotorra. Aragonés i Garcia, como sus apellidos indican, no es un 'catalán' con un pedigrí inmaculado; el 'aragonés' supone un gentilicio de tierra extraña, hosca y enemiga de Catalunya durante siglos, qué decir del 'garcía', que procede de la Castilla profunda y medieval, García fue uno de los 'inquisidores' más crueles y sanguinarios. De hecho, es un apellido que hasta los propios 'españolazos' esconden de forma vergonzante, y utilizan su segundo apellido.

'Aragonés i García' se siente tentado de robar la primogenitura al bueno de Junqueras; les ocurre a todos los mediocres y se estrellan.

La afición por los fogones (muy respetable) se da de bruces con el sentido de 'pensador', mucho menos de 'intelectual', y en absoluto con la condición de 'líder político y social'. El 'cocinillas' no se levanta de la mesa para fregar los útiles empleados ¡faltaría más! para eso está la mujer o la hija.

A sus 38 años su trabajo ha sido en el partido ERC y sus múltiples batallas internas (calladito)

El joven 'Aragonés i García' llegó a la política con 18 años y creo que fue concejal de ERC en su pueblo Pineda de Mar, en el Maresme catalán, un pueblo destartalado que vive del turismo barato procedente de Francia y de taxistas de Barcelona (lo tienen muy a mano y no resulta caro). Desde luego; no es Montecarlo.

Llegó a la fotocopiadora del partido, como el Iceta del PSC, hoy ministro; y como el Montilla del PSC-PSOE, andaluz que emigró a Catalunya cuando su pueblo Iznájar fue reconvertido en pantano franquista, y que llegó a presidir la Generalitat de Catalunya, algo que todavía están pagando los catalanes.

ERC es especialista en escisiones y ha tocado techo en 2021 con un mediocre: ¡aquest Pere!

Elsa Artadi no ha vuelto al ayuntamiento para servir a los barceloneses; está esperando a Godot enfrente de la Generalitat. Chica de Harvard.

Una vez sustanciados los indultos y con los exiliados de vuelta en Catalunya, Carles Puigdemont arrasará en las elecciones y tanto ERC como PSC volverán a sus posiciones de inicio perdiendo la mitad de sus diputados. Elsa Artadi volverá a mostrar su nariz (diseño de gafas y nariz de payaso de circo) y nos anunciará su vuelta al Govern (por enésima vez). Pero de eso ya hablaremos cuando me encuentre mejor.