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| Ayuntamiento de Miguelturra |
Empezó a mostrar celos ante Mercedes, que se reía de él y sentía complacida que los celos alimentaban, más si cabe, la intensa pasión que sentía por ella. No se atrevía a comentarle las insinuaciones que recibía de su padre respecto del nuevo invitado de Quintanilla, en el sentido de que Eulogio podía resultar un buen partido para ella y para la familia. La presión de Javier sobre Mercedes comenzó a hacer mella en la mujer; además le llegaban comentarios sobre los devaneos del mozo con las empleadas, ello provocó cierto rechazo y deterioro consiguiente de la relación que mantenían, aunque seguía enamoriscada, en parte por el placer que obtenía del joven, desconocido por muchas de sus amigas, aquellas que no lograban alcanzar el momento cumbre; que procuraban hablar de aquel tema con eufemismos y medias verdades, a tal punto llegaba la ignorancia de estas jóvenes en aquellos años, que veían con tristeza y desazón como los varones, novios, incluso maridos, se satisfacían sobre ellas en un tiempo breve, sin berrea, mucho menos complicidad; se trataba de aparearse y las familias contribuían a ello, al no existir comunicación con las hijas, al fin y al cabo, muchas de aquellas madres, no conocían el placer sexual completo, y tampoco parecía que le dieran mayor importancia.




















