domingo, 6 de octubre de 2024

F. González el listo que pagó la pensión compensatoria de lo público

 MLFA

De las estrecheces de una familia del "franquismo" a convertirse en millonario y militar en la derecha más recalcitrante de este país.

De "Felipe" se decía que era un brillante abogado "laboralista"; viendo el huevo frito viudo y la botella de vino peleón, uno llega a la conclusión de que no debía de tener muchos clientes, y también constata que la parienta no estaba por la labor de freír unas patatas bien cortadas. Me recuerda al gitano Heredia; estaban dando buena cuenta de cuatro sardinas de aquellas aplastadas 'de cubo', y la nieta llora porque no entra en el reparto gastronómico; el abuelo le dice: ¡Manuela, tú no pué comé, porque no tiene muela!

¿Qué sentiría este hombre cuando, pocos años después, comía en el palacio de La Zarzuela? ¿Pánico?
(Las manos le sudaban siempre; era una huella dermatológica del calostro de las ubres de las vacas)

Hablando de "vacas", con ellas aprendió "lo de los cuernos" y se puso manos a la obra; llegado el momento del divorcio de la hija del militar franquista (que todo se sabe) puso en marcha una inteligente estrategia: "La pensión compensatoria para la ex mujer y los hijos la pagaríamos los españolitos, del PSOE y del PP".

La parienta, aquella que no servía para freír patatas y se le espachurruban los huevos, pasó a ser diputada

M. Rajoy y F. González, dos ex presidentes ¿corruptos?, comparten mesa y mantel con Don Corleone; este piensa en la agradable siesta que le espera.

La monarquía precisaba de corruptos, también de oportunistas y cuatreros y de manchas de huevo frito