Mesa del Parlament de Catalunya presidida por el president Roger Torrent |
En su auto, el juez Llarena no identifica ni una sola norma jurídica en la que descanse su decisión de no permitir que Jordi Sànchez acuda a la sesión de investidura. Repito: ni una sola norma jurídica. La voluntad particular del juez Llarena no es expresión de la voluntad general, sino que es pura manifestación de su voluntad individual. No se somete a la ley, sino que sustituye la voluntad general respecto de la investidura por la suya.
La querella del president Torrent contra el juez Llarena por prevaricación es imprescindible