Carlos Elordi
No los tenían que haber encarcelado. Y menos mantenido en prisión tras sus declaraciones. Pero cuatro de ellos, los situados más arriba en su escalafón, siguen ahí. ¿Por qué?
Entre los disparates que un día sí y el otro también atentan contra la mínima sensibilidad democrática, el mantenimiento en prisión preventiva de cuatro dirigentes del independentismo catalán no solo es el más grave sino también el que mejor ilustra el profundo deterioro del sistema de convivencia y de las instituciones que está sufriendo España. Porque esa decisión judicial, que el gobierno del PP apoya y seguramente alienta, y ante la que la callan los demás partidos, es totalmente injusta e injustificable. Y porque solo responde a intereses políticos tan precisos como mezquinos.
Delitos que no han existido en opinión de todos los juristas que han opinado al respecto